El hilo dental que detecta su estrés: así funciona el revolucionario sensor

Investigadores de la Universidad Tufts, en Estados Unidos, han diseñado un dispositivo pionero llamado eMIP, capaz de medir el cortisol, la hormona del estrés, en la saliva con una precisión casi de laboratorio, en menos de 12 minutos.

A simple vista, el dispositivo parece un hilo dental con mango, pero es mucho más que eso. Está diseñado con polímeros impresos molecularmente (MIPs), una innovadora tecnología que permite crear moldes a escala molecular. Estos moldes están calibrados específicamente para detectar el cortisol, uno de los principales indicadores químicos del estrés en el cuerpo humano.

“El cortisol está presente en la saliva, así que usar hilo dental nos pareció una forma natural de recolectar una muestra diaria”, explicó Sameer Sonkusale, profesor de ingeniería eléctrica e informática en Tufts y uno de los autores del estudio. “No queríamos que la medición generara una fuente adicional de estrés, así que pensamos: ‘¿Podemos crear un sensor que se integre en tu rutina diaria?’”.

Según los experimentos realizados, el sensor eMIP es capaz de detectar niveles extremadamente bajos de cortisol: tan solo 0,048 picogramos por mililitro, con resultados confiables en apenas 11 a 12 minutos. Al compararlo con pruebas estándar como la ELISA, el sensor mostró un coeficiente de correlación de 0,9910 y tasas de recuperación entre el 98,64 % y el 102,4 %. Esto lo convierte en una alternativa eficaz, rápida y no invasiva para el monitoreo diario del estrés.

A diferencia de los biosensores convencionales, que dependen de anticuerpos y procesos complejos de bioingeniería, el diseño del eMIP permite adaptarse con rapidez a nuevos biomarcadores. “Si se descubre un nuevo marcador de estrés o de cualquier otra enfermedad, se puede crear una plantilla de polímero para él en muy poco tiempo”, aseguró Sonkusale.

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Esta versatilidad reduce los costos y acelera el desarrollo de nuevos dispositivos, sin comprometer la precisión. El estrés es un factor silencioso que afecta la salud física y mental de millones de personas. Está vinculado a enfermedades como la hipertensión, problemas cardiovasculares, trastornos inmunológicos, depresión y ansiedad. Sin embargo, medirlo de forma constante suele requerir dispositivos costosos o técnicas invasivas.

Por eso, integrar esta tecnología en un objeto tan común como el hilo dental podría transformar el seguimiento del bienestar emocional. “El objetivo no es reemplazar las pruebas médicas de precisión, sino brindar una herramienta accesible para el uso cotidiano”, remarcan los investigadores.

El equipo de Tufts no se detiene con la medición del cortisol. Actualmente trabajan en una startup para comercializar el sensor y expandir su aplicación hacia otros biomarcadores, incluyendo los asociados a enfermedades crónicas o infecciones.

La investigación fue publicada en la revista científica ACS Applied Materials and Interfaces, y marca un punto de partida para una nueva era de monitoreo personalizado, accesible y sin interrupciones en la rutina diaria.