Lugar vacacional del Papa León XIV: Castel Gandolfo resurge como santuario veraniego
El apacible y pintoresco enclave a solo 24 kilómetros de Roma, ha recuperado su antiguo esplendor con la llegada del Papa León XIV.
El líder de la Iglesia Católica eligió este destino histórico para su descanso estival, reactivando una tradición que había permanecido inactiva durante el papado de Francisco.
El pasado 6 de julio, León XIV, el primer papa estadounidense, fue recibido con entusiasmo por cientos de personas que colmaron la plaza central del pueblo. “Cuando llegó el 6 de julio, la plaza principal se llenó de personas tratando de verlo”, relató un residente. Esta reacción colectiva marcó el retorno emocional de los fieles a una costumbre que parecía relegada al pasado.
This place, so beautiful it feels almost surreal, is Castel Gandolfo, near Rome, Italy 🇮🇹
— Mambo Italiano (@mamboitaliano__) July 6, 2025
For centuries, it was the summer residence of the Pope, ever since it was built in the early 1600s
Pope Leo XIV has revived the tradition by staying there, to everyone’s great excitement! pic.twitter.com/rXyKsTFKFP
A diferencia de sus predecesores, el Papa no se alojó en el Palacio Apostólico del siglo XVII, sino en un apartamento renovado dentro de la Villa Barberini, una construcción que combina historia, sostenibilidad y una vista privilegiada al lago Albano. Su elección no fue casual: el Pontífice extendió su estadía por dos días más y ya confirmó su regreso del 15 al 17 de agosto.
Desde que el Papa Clemente VIII adquiriera Castel Gandolfo en 1596, este lugar ha sido sinónimo de retiro espiritual para los pontífices. La tradición se remonta al Papa Urbano VIII, quien en 1626 fue el primero en utilizar el enclave como residencia estival. Entre los más recordados está Benedicto XVI, quien pasó allí sus últimos días como Papa tras su renuncia en 2013. Juan Pablo II también encontró en el lugar un refugio habitual para la contemplación.
Durante el pontificado de Francisco, la residencia quedó vacía. Él optó por vivir en la Casa Santa Marta y transformó el palacio en un museo abierto al público. Pero ahora, con León XIV al mando, Castel Gandolfo no solo vuelve a tener un inquilino ilustre, sino que lo hace bajo una mirada renovada: ecológica, cercana y participativa.
“Espero que todos puedan tener algo de vacaciones para restaurar el cuerpo y el espíritu”, expresó el Papa desde el balcón de la villa a su llegada, en un breve mensaje que resaltó el valor del descanso como forma de renovación integral.
La Villa Barberini, donde se hospeda León XIV, está rodeada de jardines diseñados en torno a ruinas romanas y se integra a un ambicioso proyecto de biodiversidad impulsado por el Vaticano. Se trata de una extensión práctica de la encíclica “Laudato Si’”, que guía las acciones del actual pontífice en materia ambiental.
Según fuentes locales, durante su estadía el Papa participará en actividades como tenis, equitación y natación en la piscina histórica que mandó construir Juan Pablo II. El programa también incluye celebraciones litúrgicas, como la misa del 9 de julio junto al equipo del proyecto ecológico “Para el cuidado de la creación”, donde empleará nuevas oraciones aprobadas por el Vaticano.
Castel Gandolfo, con apenas 8.900 habitantes, ha visto revitalizada su economía local con el regreso del Papa. Cafeterías, tiendas y museos han experimentado un aumento significativo de visitantes. El alcalde Alberto De Angelis celebró la visita como “una importante muestra de afecto, gratitud y reconocimiento”, y añadió: “Esperamos que venga a encontrar a sus comerciantes, a sus conciudadanos, que venga a comer con nosotros”.
Además, destacó que Castel Gandolfo funciona como un “Vaticano Dos”, preparado para recibir personas de todo el mundo. La reactivación del turismo, impulsada por la reapertura de los jardines papales y el palacio durante el pontificado anterior, ha cobrado nueva fuerza con la estadía de León XIV.
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Lejos de tratarse de una simple escapada, la presencia del Papa en Castel Gandolfo ha reconfigurado la narrativa de este lugar histórico. En cada rincón se percibe la armonía entre la paz espiritual, la conservación del medioambiente y el compromiso con la comunidad.
“Estoy aquí no solo para descansar, sino para volver a conectar con la creación, con la historia y con las personas”, habría dicho en privado a su equipo pastoral, según reportes cercanos.
Este renacer estival del retiro papal no solo celebra el pasado, sino que proyecta hacia el futuro una visión más inclusiva y sostenible de lo que significa ser un líder espiritual en el siglo XXI. Castel Gandolfo, una vez más, se convierte en símbolo del alma vaticana, pero ahora con una mirada fresca que conjuga descanso, fe y acción.
Un paseo por los jardines de Villa Barberini en Castel Gandolfo. pic.twitter.com/CA0ePuW151
— Antonio Carrón de la Torre, OAR (@antoniocarron) December 28, 2022
#PapaLeoneXIV llegó a Villa Barberini en #CastelGandolfo, donde fue recibido por un numeroso grupo de personas que llevaban horas esperándolo. El Papa bajó del coche para saludar personalmente a la gente y luego apareció por sorpresa en el balcón. #VivaelPapa. pic.twitter.com/beomcPP8OJ
— Vatican News (@vaticannews_es) July 6, 2025