Kanye West en el ojo del huracán: retiran su canción 'Heil Hitler' por glorificar el nazismo

El artista estadounidense ha vuelto a cruzar la línea.

Kanye West / AFP

Con el lanzamiento de su canción “Heil Hitler”, el rapero, ahora conocido como Ye, reaviva la polémica y desata un tsunami de críticas a nivel mundial por lo que muchos consideran una abierta glorificación del nazismo.

La canción, publicada el 8 de mayo en plataformas como SoundCloud y Spotify, no permaneció en línea por mucho tiempo. Fue eliminada rápidamente por su contenido explícito, que incluye referencias directas a Adolf Hitler, frases reiterativas de exaltación nazi, ataques a su exesposa Kim Kardashian y ofensas dirigidas a otros artistas, como Drake. La indignación creció aún más al descubrirse que el tema culmina con un discurso sampleado del propio Hitler, y que su publicación coincidió, además, con el Día de la Victoria en Europa, jornada que conmemora el fin del régimen nazi.

El CEO del Simon Wiesenthal Center, Jim Berk, no dudó en calificar la pieza como “discurso de odio puro y simple, totalmente coherente con los mensajes despreciables que ahora no son extraños en West”.

En una de las estrofas, Ye expresa su frustración por la batalla legal con Kim Kardashian en torno a sus hijos: “Con todo este dinero y fama, todavía no puedo recuperar a mis niños / Con todo este dinero y fama, todavía no puedo ver a mis niños”, rapea con resentimiento.

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La reacción fue inmediata. Plataformas como Spotify, Apple Music y SoundCloud eliminaron el tema en cuestión de horas. El propio West lo confirmó a través de su cuenta de X (anteriormente Twitter): “‘Heil Hitler’ de Ye ha sido prohibida en todas las plataformas de streaming digital”, escribió. Sin embargo, la canción permanece disponible en X, que se ha convertido en el principal canal de difusión del material.

La indignación no se limitó a los usuarios. Organizaciones como la Liga Antidifamación (ADL) lanzaron una petición pública para exigir a las plataformas digitales que refuercen sus políticas contra el discurso de odio, y celebraron la eliminación del contenido.

En un intento por justificar su obra, West comparó su caso con el del músico Randy Newman, aludiendo a la controversia en torno a su canción satírica “Rednecks”. “Esa sigue disponible en streaming. Literalmente están oprimiendo a los negros”, afirmó el rapero, generando aún más rechazo por instrumentalizar el racismo para defender su discurso antisemita.

Pese a la censura en las plataformas principales, Ye encontró otras vías de difusión. La canción fue alojada en Scrybe, una aplicación de streaming musical alternativo que se promociona bajo el lema “Más dinero para el artista, menos dinero para el fan”. Aunque la app aún no ha hecho comentarios públicos sobre la controversia, los temas de Ye aparecen como contenido destacado en su interfaz, según un reporte de NBC News.

El videoclip de “Heil Hitler” superó los 6.5 millones de visualizaciones en menos de 48 horas, según cifras del mismo medio. El influencer Andrew Tate, afín a West, también promovió el tema en sus redes, incluyendo un video escuchándolo en su automóvil que superó los tres millones de vistas.

Esta no es la primera vez que Kanye West desata controversia por discursos de odio. En 2022, sus comentarios antisemitas provocaron la ruptura de su contrato millonario con Adidas. Y en febrero de 2025, fue suspendido temporalmente de X tras una seguidilla de publicaciones con contenido homofóbico, misógino y de simpatía nazi.

“Amo a Hitler”, llegó a escribir el rapero. “Soy un nazi”, agregó, asegurando que “nunca confiaría ni trabajaría con personas judías otra vez”. Estos mensajes fueron acompañados por la promoción y venta de camisetas con esvásticas estampadas, lo que consolidó su caída libre en el ámbito público y comercial.

Aunque luego intentó retractarse, afirmando que su simpatía por Hitler era una expresión mal interpretada, sus acciones, incluido el uso de símbolos extremistas para vender productos, reflejan una conducta persistente que ha alarmado tanto a las comunidades judías como al público en general. Kanye West ya no solo incomoda: ahora representa un peligro real de normalización del extremismo en la cultura popular.

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