Los secretos y las bacterias que se esconden debajo de las sábanas de cama

Salud

Bacterias, gérmenes, ácaros y heces de todo tipo pueden esconderse debajo de nuestras sábanas / Google

La sensación de meterse a la cama después de un largo día de trabajo y dejarse envolver entre las sábanas y las almohadas es inigualable. Pero te sorprenderías al saber la cantidad de bacterias, hongos y virus que 'viven' debajo de ellas. Algunas con la capacidad de crearnos serios problemas de salud.

Una mezcla de saliva, sudor, células muertas de nuestra piel, restos de alimentos y suciedad yace en nuestras camas, lo que crea el ambiente perfecto para que crezcan todo tipo de microrganismos como hongos, bacterias, gérmenes o pequeños insectos, todos imperceptible a nuestra vista.

Estafilococos las más comunes

Un investigación en la que se analizaron ropa de cama de hospitales arrojó que las bacterias estafilococos eran muy comunes.

Estas bacterias son típicamente inofensivas, pero pueden producir enfermedades serias si penetran el cuerpo a través de una herida abierta. Y es que, ciertos tipos de estafilococo pueden ser más nocivos que otros.

Los análisis también señalaron que a la par del estafilococo, la E. coli y otras bacteria similares, también son comunes en los lechos de hospitales.

Las bacterias presentan un serio problema a la salud pues son altamente resistentes a los antibióticos y pueden causar serias infecciones humanas, incluyendo infecciones urinarias, pulmonía, diarrea, meningitis y septicemia si logran entrar en el cuerpo.

Dejar la ropa sucia en el cesto por mucho tiempo puede generar un ambiente perfecto para los gérmenes y bacterias / Google

Bacterias y bichos por montones en nuestras camas

Aunque las camas de hospitales no se comparan a las de nuestros hogares, es muy probable que este tipo de bacterias también estén presentes en nuestras sábanas.

De hecho, aproximadamente un tercio de las personas portan el estafilococo en sus cuerpos. Los portadores del estafilococo áureo pueden esparcir el organismo en grandes cantidades, lo que significa que es bastante fácil que la bacteria se transfiera a tu cama en casa.

Por eso el adecuado lavado de las manos después de ir al baño es importante para evitar la transferencia de estas bacterias a otras partes de nuestro hogar.

Nuestras células muertas, manjar para los ácaros

Día a día se pierden millones de células de nuestra piel y al dormir esas células muertas atraen a pequeños ácaros que se comen nuestros restos. Estos insectos y sus heces pueden generar alergias y hasta asma.

Las chinches también pueden ser un peligro. Aunque estos pequeños insectos, que se sepa, no transmiten enfermedades, pueden causar ronchas rojas que pican, al tiempo que una variedad de efectos de salud mental, incluyendo ansiedad, insomnio y alergias.

Las mascotas, ropa sucia, toallas y otros artículos domésticos también incrementan el crecimiento de gérmenes. Incluso, la gonorrea puede transmitirse a través de toallas o sábanas mal lavadas.

Diferentes microrganismos sobreviven una cantidad de tiempo distinta cada uno, por ejemplo, el hongo Candida albicans, conocido por causar infecciones genitales y del tracto urinario, puede sobrevivir en tela hasta un mes.

Muchas personas tienen por costumbre dormir con sus mascotas, pero esto puede causar enfermedades zoonóticas / Google

Dormir con las mascotas, mala y peligrosa idea

Dormir con las mascotas puede ser un hábito muy común y hasta produce un vínculo emocional importante. Sin embargo, la convivencia con los animales en espacios tan íntimos y personales como la cama puede derivar en enfermedades e infecciones zoonóticas.

A pesar de las normas de higiene que se mantengan en el hogar, los animales caseros, por muy vacunados y saludables que sean, también son transmisores de infecciones a través de los parásitos, bacterias y virus que portan de forma natural, por lo que se recomienda que se respeten los lugares .

Además, los especialistas sostienen que estas personas suelen desarrollar trastornos del sueño.

Los ciclos de sueño de los animales son distintos a los de las personas, de hecho, investigaciones señalan que quienes duermen con perros o gatos tardan más en conciliar el sueño y se despiertan varias veces en la noche por ronquidos.

La higiene es lo más importante

Un lavado constante y adecuado es la clave perfecta para eliminar todo este tipo de amenazas, pero es obvio que no se pueden lavar las ropas de cama todos los días. Una buena solución es ventilar nuestras sábanas al despertarnos, para que así la humedad se disipe y no sea un sitio atractivo para los ácaros y bacterias.

El colchón es tal vez el principal acumulador de bacterias que hay en nuestras recámaras. Sobretodo porque se acumula todo tipo de residuo a lo largo de los años, ya que no es algo que se pueda cambiar semanalmente. Por eso es importante lavar la funda para reducir la cantidad de microbios que han hecho del colchón su hogar. También es recomendado darle la vuelta con frecuencia y si tiene más de diez años, cambiarlo.

Lo ideal es lavar la ropa de cama todas las semanas, especialmente si se pasa mucho tiempo en ella o se suda mucho durante la noche. Como mencionado anteriormente, hay que cambiar la funda de las almohadas con más frecuencia porque es tal vez la parte de nuestras camas que más contaminación recibe.

Bañarse antes de acostarse también es una buena solución, al igual que quitarse el maquillaje y evitar todo tipo de lociones, comidas y bebidas.

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