La casa de modas Sonia Rykiel desaparece tres años después de la muerte de su fundadora

El tribunal de comercio de París puso este jueves en liquidación judicial la conocida casa de modas Sonia Rykiel por falta de compradores, tres años después de la muerte de su carismática fundadora.

Tras haber aplazado tres veces la fecha para presentar ofertas de compra, los jueces decidieron este jueves pronunciar la liquidación judicial, indicó una periodista de la AFP.

La casa parisina de 'prêt-à-porter', con dificultades desde que en 2016 murió la creadora que le dio nombre, pidió en abril ser puesta en quiebra.

En los últimos meses, hubo una decena de ofertas para comprar la marca. Entre ellas la de Emmanuel Diemoz, que dirigió Balmain, otra casa de moda, una oferta de un grupo chino y otra de varias empresas inmobiliarias.

Pero finalmente todos renunciaron y este jueves los jueces no tenían ninguna oferta para examinar, indicaron fuentes cercanas a la decisión.

"Esto implicará el despido de 131 empleados", dijo a la AFP tras la audiencia Thomas Hollande, el abogado de los representantes de los asalariados, que estaban en el tribunal y lloraron cuando se conoció la decisión.

"Ahora la tarea de los representantes de los asalariados será negociar las mejores condiciones posibles de salida", indicó el abogado.

"La liquidación también provocará la venta de activos, el principal de los cuales es la marca, pero también las existencias y el fondo comercial, Hemos pedido que una parte de ese dinero pueda servir a los asalariados", añadió.

En 2018 la marca, creada al final de los años 1960 en el barrio parisino de Saint-Germain-des-Prés, registró 35 millones de facturación y unas pérdidas netas de 30 millones de euros.

En 2012, cuando Sonia Rykiel era una de las últimas casas de moda independientes de Francia, su fundadora decidió vender el 80% de su capital al fondo de inversión chino Fung Brands (ahora First Heritage Brands), propiedad de la familia Fung de Hong Kong y dirigido por un francés, Jean-Marc Loubier.

Este fondo, que también es propietario de la marca belga de marroquinería de lujo Delvaux y de la marca de zapatos Clergerie, compró el 100% del capital a principios de 2016.

Desde 2012, los accionistas invirtieron unos 200 millones de euros en la marca.

"Para los empleados es muy triste terminar así, sobre todo los que se quisieron quedarse a pesar del primer PSE [plan de despido] en 2016. Estamos muy apegados a esta casa, sobre todo porque al principio era una empresa familiar", dijo a la AFP una empleada que lleva 29 años en la compañía.

"El fallecimiento de Sonia Rykiel precipitó las cosas, aunque la empresa ya no iba bien", indicó por su parte otra empleada que no quiso identificarse, recordando que en su mejor momento la marca tenía más de 400 empleados y 30 tiendas.

Fundada al final de los años 1960, la marca creada por Rykiel, conocida por su silueta vestida de negro y su larga caballera rojiza, se enmarcó en el movimiento de liberación del cuerpo femenino de la época.