Un palacete del siglo XIX, último candidato a residencia de Madonna en Lisboa

Después de pasar parte del verano en Lisboa, la cantante Madonna se ha lanzado a buscar casa en la capital portuguesa, donde la última propiedad en captar su atención es un palacete del siglo XIX (en la imagen) que acogió en el pasado recepciones diplomáticas.
Después de pasar parte del verano en Lisboa, la cantante Madonna se ha lanzado a buscar casa en la capital portuguesa, donde la última propiedad en captar su atención es un palacete del siglo XIX (en la imagen) que acogió en el pasado recepciones diplomáticas. / EFE
Efe
13 de septiembre 2017 - 10:45

Después de pasar parte del verano en Lisboa, la cantante Madonna se ha lanzado a buscar casa en la capital portuguesa, donde la última propiedad en captar su atención es un palacete del siglo XIX que acogió en el pasado recepciones diplomáticas.

El hogar de la reina del pop podría ser, según las últimas informaciones sobre el recorrido de la artista estadounidense, un lujoso inmueble de cuatro plantas en el corazón del barrio de Lapa, solo apto para vecinos de alto poder adquisitivo.

La propiedad, de unos 7.000 metros cuadrados, incluye un edificio separado que cumple funciones de extenso garaje -con al menos 20 plazas- y un amplísimo jardín, con buenas vistas sobre el río Tajo e ideal para fiestas al aire libre protegidas de curiosos por un elevado muro.

Son, en fin, instalaciones imprescindibles para un inmueble que durante décadas ha sido la residencia del embajador del Reino Unido en Lisboa, según recuerda la prensa portuguesa.

En total, la vivienda, con cuatro habitaciones y siete cuartos de baño, tendría un precio que ronda, según estos medios, los 7,5 millones de euros (8,9 millones de dólares), aunque otras fuentes aseguran que los propietarios del palacete no pretenden venderlo y, en su lugar, se negocia con la estrella un alquiler mensual de unos 40.000 euros (47.800 dólares).

Detalles aparte, Madonna, de 59 años, ya ha dejado patente su interés en la propiedad con una visita captada por los paparazzi lusos en la que aparece totalmente vestida de blanco y con zapatillas deportivas, aunque ella misma comparte imágenes en Instagram sobre su búsqueda de casa.

Así, se ha sabido que le gusta y mucho el lujoso barrio Lapa, donde ha paseado por el Palacete do Conde de Agrolongo, no lejos de la exresidencia del embajador.

Cambia de esta manera su preferencia por las afueras, concretamente la ciudad de Sintra, a treinta kilómetros de Lisboa, donde se interesó por una clásica quinta -la versión portuguesa de los cortijos andaluces- de estilo romántico y neoárabe.

La propiedad, con vistas al singular Castillo de los Moros, uno de los monumentos más visitados de Portugal, data del siglo XVIII y, según la página de la inmobiliaria que la mantiene a la venta, cuenta con cuatro habitaciones y siete cuartos de baño repartidos en 2.000 metros cuadrados, todo por 7,5 millones de euros.

A la espera de conseguir casa definitiva en Lisboa, la estrella está instalada en un lugar que le ofrece también cierta privacidad: el hotel Pestana en el barrio de Alcántara, a orillas del río.

La prensa rosa portuguesa asegura que la artista ha reservado la mejor suite del hotel, con techos altos y estética palaciega, que cuenta con dos salas de estar, una terraza de 33 metros cuadrados y, por supuesto, una amplia habitación que ha tenido como huéspedes al expresidente de EE.UU. Bill Clinton o el cantante Prince.

Además, incluye la posibilidad de contar con mayordomo, limusina y chef privado, si Madonna lo solicita, todo por casi 2.700 euros (3.228 dólares) la noche.

No todo es buscar casa. La cantante también aprovecha las noches para conocer el clásico barrio de Alfama, cuna del fado y donde Madonna ya ha entonado su "Like a Virgin" en una fiesta privada que mostró en redes sociales.

Tanto revuelo ha causado su presencia en la ciudad que la artista se ha colado involuntariamente en el debate de los candidatos a la alcaldía de Lisboa, cuyo regidor se elegirá el próximo 1 de octubre, a la hora de hablar sobre la proyección y retos de la capital portuguesa.

Y es que la llegada de la reina del pop es quizá uno de los mayores ejemplos de la visibilidad internacional que tiene Lisboa, donde también han comprado casa los actores Monica Bellucci o Michael Fassbender.

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