'Cenizas', los efectos del silencio y conversaciones postergadas

Fotograma de "Cenizas", película del director ecuatoriano Juan Sebastián Jácome.
Fotograma de "Cenizas", película del director ecuatoriano Juan Sebastián Jácome. / IFF Panamá

El silencio en torno a los temas tabúes en sociedades conservadoras , como el abuso, y las consecuencias del hermetismo en sus víctimas y familiares es lo quería retratar el director y guionista ecuatoriano Juan Sebastián Jácome con “Cenizas”, su más reciente producción.

El filme, una coproducción entre Ecuador y Uruguay, forma parte de la programación de la séptima edición del Festival Internacional de Cine de Panamá (IFF). Se presentó ayer, viernes y tendrá una segunda proyección este lunes 9 de abril a las 6:00 p.m. en Cinépolis Multiplaza.

En “Cenizas”, Jácome utiliza un elemento natural como una especie de metáfora para mostrarnos los efectos del silencio por tanto tiempo. Con este filme, el cineasta no quería referirse a una situación específica sino a las repercusiones del abuso o la violencia en las personas.

Caridad, interpretada por Samanta Caicedo, no ha visto a su padre desde hace 15 años, cuando éste abandonó el hogar bajo sospechas y acusaciones. Cuando un volcán cercano despierta, en este caso el Cotopaxi en Quito, la joven –sin más familiares cerca y atrapada- se ve obligada a contactar y reencontrarse con su padre Galo, encarnado por Diego Naranjo.

El cineasta no da muchas pistas de qué ha sucedido entre ellos y la crisis familiar hasta casi el final de la cinta. Esto fue pensado por Jácome para plasmar como el silencio, al igual que un volcán, va generando tensión hasta que tiene que explotar.

El director Juan Sebastián Jácome en una sesión de preguntas y respuestas tras la proyección de "Cenizas".
El director Juan Sebastián Jácome en una sesión de preguntas y respuestas tras la proyección de "Cenizas". / IFF Panamá

Por 80 minutos, el espectador acompaña a Caridad y Galo en una tormenta de emociones y cuestionamientos, causadas por el sufrimiento silencioso.

En un conversatorio con el público después de la proyección de “Cenizas”, el director apuntó que deseaba brindar información poco a poco en el desarrollo del filme para que la audiencia experimentara, viviera la ansiedad de los personajes por enfrentar este “secreto”.

Caridad es el volcán Cotopaxi aquí… 15 años de silencio, de que nadie ha hablado sobre esto, de que se escoden las cosas y eso lo único que hace es que vaya creciendo la presión, vaya creciendo hasta que tiene que explotar. Me interesaba abordar el silencio y creo que el primer paso para luchar contra temas de abuso es romper el silencio”, comentó Jácome a la audiencia.

Cenizas” era una historia que rondaba en la mente de Jácome desde hace 10 años y que, confesó, no sabía cómo contarla. “En el momento que empezó a erupcionar el Cotopaxi, que lo tenía ahí de cerca, fue como vi estas dos cosas: este personajes que estoy desarrollando es el volcán”, detalló el realizador ecuatoriano, al asegurar que no tenía temor de tocar este tema en su producción.

Para crear el ambiente con cenizas, el equipo del filme realizó una mezcla de máchica, aserrín molido y harina. También hay tomas del volcán, que se captaron antes del rodaje de la película. Éstas se grabaron cuando estaba erupcionando el Volcán Cotopaxi. Jácome agregó que se evitó a toda costa utilizar efectos especiales, ya que deseaba que la ceniza cayera sobre los actores.

¿Por qué cenizas y no otro elemento? El realizador expresó que, en el contexto del filme, vienen representando “la relación quemada”. “Es algo que los personajes se tienen que estar sacudiendo y de eso se trata esta película, sacudirse un poco el pasado”, añadió.

En la imagen de izquierda a derecha: Andrew Hevia, Irina Caballero, productores de "Cenizas", y el director del filme, Juan Sebastián Jácome.
En la imagen de izquierda a derecha: Andrew Hevia, Irina Caballero, productores de "Cenizas", y el director del filme, Juan Sebastián Jácome. / IFF Panamá

En el conversatorio tras la proyección de “Cenizas” también participaron Irina Caballero y Andrew Hevia, ambos productores del filme. Todos se conocieron en la Escuela de Cine de la Florida State University (EEUU).

Caballero, quien produjo la primera producción de Jácome “La ruta de la Luna”, consideró que el financiamiento del filme se fue “dando poco a poco”. “Cenizas” recibió apoyo del Consejo Nacional del Cine de Ecuador y ganó fondos del Programa Ibermedia.

Para la productora, el conseguir recursos para una producción es bastante difícil sobre todo en países que no tienen una industria cinematográfica tan grande y desarrollada como es el caso de Argentina o México. “La verdad que en todos lados, en casi toda Latinoamérica, es difícil”.

Mientras que para Hevia, la visión del mundo que Jácome tiene como cineasta le pareció intrigante.

“Una de las cosas, a medida que teníamos conversaciones sobre filmes… la forma en que Juan habla de las películas y las que me sugería, son películas que abrieron mi mundo y apreció que él haya tenido una perspectiva internacional de la realización de películas, cuando el resto de la Escuela de Cine estaba enfocado en adaptar (‘remake’) películas de Hollywood”, resaltó.

El productor estadounidense, quien ha seguido el trabajo anterior del ecuatoriano, destacó que aprecia el enfoque que éste brinda a sus filmes, en “pequeñas y específicas istorias pero que se hacen accesibles”.

“La historia de crecer y vivir en Quito debajo de un volcán es muy específica al lugar pero la cuenta de una forma que en cualquier parte del mundo puedes ver la película y comprender lo que está pasando”, agregó Hevia.

Panamá es la primera parada del estreno latinoamericano de “Cenizas”, que ya se proyectó en el Festival de Cine de Miami. La película llegará a las salas ecuatorianas en junio y su estreno estará acompañado de proyecciones especiales y conversatorios, en alianza con grupos feministas, para abordar los efectos del abuso y las señales para detectarlo.

Consulta la programación completa del IFF Panamá aquí.

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