General retirado Mohamadu Buhari asume la presidencia de Nigeria
El ex general Mohamadu Buhari fue investido presidente de Nigeria este viernes en Abuya, 32 años después de haber llegado al poder por primera vez mediante un golpe de estado.
Mohamadu Buhari, 72 años, sucede a Goodluck Jonatan, primer presidente saliente en la historia de Nigeria que pierde las elecciones ante la oposición.
Nigeria, 173 millones de habitantes, es el país más poblado de Africa y la principal economía del continente.
El nuevo presidente debe enfrentar rápidamente varios asuntos importantes, desde la lucha contra el grupo islamista Boko Haram hasta las graves dificultades económicas que atraviesa el país.
En la ceremonia de traspaso de mando estuvieron el secretario de Estado estadounidense John Kerry, así como varios jefes de estado africanos, incluido Jacob Zuma (Sudáfrica) y Paul Kagame (Ruanda).
Si bien el régimen civil se restauró en 1999, el Partido Democrático Popular (PDP) del presidente saliente Goodluck Jonathan nunca había dejado el poder.
Bola Tinubu, fundador y jefe del Congreso Progresista (APC), el partido de Buhari, aseguró que el gobierno combatiría "sin descanso" la inseguridad, el declive económico y la corrupción.
El nuevo presidente se describe a sí mismo como un "demócrata convertido" y se ha comprometido a dirigir una administración al servicio de los 173 millones de nigerianos luchando contra la corrupción.
Aunque Nigeria sea el primer productor de petróleo del continente, con el 70% de sus ingresos procedentes de la venta de crudo, la caída de los precios y la escasez de carburante casi han paralizado el país.
El Estado dejó de pagar los sueldos a los miles de funcionarios, mientras que el valor de la moneda local, la naira, registró un hundimiento histórico.
Por otro lado, las poblaciones expuestas a la violencia de Boko Haram en el noreste del país esperan, por su parte, que Buhari combata mejor que su predecesor el grupo armado.
La insurrección y su represión por las fuerzas de seguridad han dejado más de 15.000 muertos desde 2009.
A pesar de que el ejército nigeriano, ayudado por las fuerzas armadas de Camerún, Chad y Níger, ha recuperado terreno desde febrero contra el movimiento armado que juró fidelidad al grupo yihadista Estado Islámico, los actos violentos y los atentados no han cesado.