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Miles de católicos en Manila para la procesión del 'Nazareno Negro'

La multitudinaria procesión del "Nazareno Negro"
La multitudinaria procesión del "Nazareno Negro" / AFP
Afp
09 de enero 2018 - 08:22

Una gran muchedumbre siguió este martes la procesión anual del "Nazareno Negro" en las calles de Manila, en una de las manifestaciones más impresionantes de fervor católico en la que los fieles tratan de tocar a esta estatua a la que le atribuyen poderes milagrosos.

Convencidos de que puede curar enfermedades o traer buena fortuna, hombres, mujeres y niños se suben unos sobre otros para lanzarse sobre la estatua del Cristo de talla humana, que lleva sobre los hombros una gran cruz negra.

La estatua, posada sobre un carruaje, que es remolcado por los fieles con grandes sogas, abandonó durante un día la basílica del Nazareno Negro en lenta procesión de una veintena de horas por las calles de la ciudad vieja de Manila.

Un enorme muchedumbre acudió a su paso, según la policía, gritando "¡Viva!", mientras la gente trataba de tocar la estatua con un paño blanco, convencida de que absorberá sus poderes milagrosos.

"Es realmente difícil tocar al Nazareno. Me han aplastado, me han pisado el rostro, pero yo conservo mi fe", explica a la AFP Honey Pescante, una mujer de 24 años, ama de casa, de la provincia Bataan, al oeste de la capital de este archipiélago, donde el 80% de la población es católica.

La estatua es llamada el Nazareno Negro debido a su color oscuro provocado, según la leyenda, por el incendio de un navío que la trajo de México en 1606.

Dos muertos en 2016

Más de 700 personas resultaron heridas el martes en esta procesión por los empujones en torno a la estatua, según la Cruz Roja, que indicó que un hombre sufrió una lesión en la columna vertebral al caer cuando intentaba subir al carruaje del Nazareno Negro. En 2016, dos personas murieron en esa procesión.

Este balance es a menudo recordado por quienes denuncian el hecho de que esta procesión se asemeja demasiado a la idolatría.

Los responsables de la Iglesia y algunos sociólogos alegan que este acontecimiento es percibido como un desafío por los fieles.

Calles abarrotadas en Manila, Filipinas
Calles abarrotadas en Manila, Filipinas / AFP

"El catolicismo filipino defiende la idea de que el Espíritu santo puede sentirse a través del cuerpo" y del sufrimiento, explica a la AFP Maria Yohana Frias, investigadora de etnología en el Museo nacional de Filipinas.

"Para algunos, participar descalzo en la procesión es también una manera de probar su fe", agrega.

La creencia en las milagrosas virtudes de la estatua fue reforzada también, a lo largo de los siglos, por el hecho de que sobrevivió a numerosos incendios y terremotos, y al bombardeo de Manila en 1945.

"Los filipinos que vienen a Quiapo tienen el sentimiento de estar cerca del Señor, que el Señor los toca, los acompaña en sus difíciles vidas", explica el padre Marvin Cruz, vicario de la parroquia de Quiapo, un barrio de la capital filipina.

En una acera, Julio Castillo, de 61 años, seguía el martes la procesión, sentado en su silla de ruedas, tras una doble fractura de los pies debido a un accidente de moto.

"Vengo aquí porque soy un hombre de fe", dice.

"Espero que mi familia conserve la salud, que disfrute de la prosperidad, que nunca estemos enfermos y que yo me cure", enuncia.

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