Corea del Norte abrirá en julio la nueva terminal del aeropuerto de Pyongyang
Corea del Norte anunció que abrirá en julio la nueva terminal del Aeropuerto Internacional de Pyongyang, considerada una de las grandes obras del joven dictador Kim Jong-un para impulsar el turismo y la economía del país.
La nueva terminal del aeropuerto de Sunan, en el norte de la capital, abrirá el 1 de julio y se encargará de operar vuelos internacionales, mientras que la antigua se limitará a los vuelos domésticos, informó la agencia estatal KCNA en un comunicado.
El medio oficialista ilustró con varias fotografías la última inspección llevada a cabo esta semana por Kim Jong-un sobre las obras de la nueva terminal, cuya apariencia amplia y moderna contrasta con la austera imagen del aeropuerto actual.
Kim también "supervisó la construcción de un ferrocarril de alta velocidad y la autopista al centro de Pyongyang para facilitar el transporte al aeropuerto", según la agencia.
El líder ordenó, por otra parte, "que se abran (dentro del aeropuerto) restaurantes no solo de comida asiática, sino también de comida europea", según la KCNA.
Esto último indica que la nueva terminal será mucho más grande en comparación con la actual, que carece de restaurantes u otros servicios adicionales para viajeros y solo tiene dos pequeñas tiendas libres de impuestos.
La construcción de la nueva terminal del aeropuerto de Pyongyang es una de las obras más representativas impulsadas por Kim Jong-un desde que llegó al poder en diciembre de 2011 tras la muerte de su padre, el dictador Kim Jong-il.
El joven líder, de unos 32 años, ha realizado varios proyectos aparentemente destinados a atraer visitantes extranjeros e impulsar la economía, entre ellas una gran estación de esquí enmarcada en una "zona de turismo internacional" en una franja de 100 kilómetros cuadrados al sureste del país.
Aun así, de momento Corea del Norte sigue siendo uno de los países más aislados del mundo con solo una decena de vuelos semanales que lo conectan con el exterior, mientras el resto de viajes transfronterizos prácticamente se limitan a la frontera meridional con China.