Médicos sin Frontera denuncia orden de suspender actividades en ciudad birmana
La oenegé Médicos Sin Fronteras (MSF) advirtió este miércoles las consecuencias potencialmente mortales para miles de pacientes con VIH y tuberculosis tras la orden recibida de suspender sus actividades humanitarias en una ciudad del sur de Birmania.
La organización recibió una carta de las autoridades regionales "pidiendo la suspensión de todas sus actividades" en la ciudad suroriental de Dawei, donde lleva dos décadas tratando a enfermos de sida.
"Suspender las actividades de MSF puede tener consecuencias fatales para muchos de nuestros pacientes en un momento en que los servicios públicos están perturbados", dijo en un comunicado a la AFP.
La mayoría de hospitales públicos están cerrados desde el golpe de Estado militar de febrero, con muchos médicos uniéndose a una masiva huelga que ha paralizado el sistema de salud.
La oenegé asegura haber contactado con las autoridades para "entender" la decisión, que dicen podría impactar a más de 2.000 enfermos de sida que reciben tratamiento antirretroviral en la ciudad.
También advierte que esta medida aumenta el riesgo de transmisión de enfermedades, incluida la tuberculosis, dado que sus médicos tratan desde febrero de compensar las fallas del programa nacional contra la turberculosis.
MSF ha pedido revertir la decisión a las autoridades de Dawei, ciudad natal del líder de la junta militar Min Aung Hlaing y escenario en las últimas semanas de protestas diarias y una brutal represión policial.
El golpe militar del 1 de febrero ha sumido Birmania en el caos y ha paralizado su economía.
Más de 800 personas fueron asesinados por la represión en todo el país desde febrero, de acuerdo con una oenegé local.
La población local, ya amenazada por la represión y los combates entre militares y rebeldes, se ve expuesta a hambrunas y enfermedades que, según el relator especial de la ONU sobre derechos humanos Tom Andrews, están causando "muertes masivas".
El martes, Cruz Roja dijo estar multiplicando esfuerzos para atender las necesidades humanitarias de 236.000 personas en Birmania.