Diputados armenios piden ayuda internacional para el retorno de prisioneros
La Asamblea Nacional, el Parlamento unicameral armenio, aprobó hoy por unanimidad una resolución en la que pide a la comunidad internacional mediar en el asunto del retorno de los prisioneros de la guerra de Nagorno Karabaj, que no han sido entregados a Ereván casi un mes después del cese del fuego.
Según la agencia Armenpress, los cien diputados presentes en la sesión parlamentaria votaron a favor del documento dirigido a distintas organizaciones internacionales, entre ellas el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y el Comité Europeo para la Prevención de la Tortura.
La resolución pide presionar a Azerbaiyán para la entrega inmediata a la parte armenia de los prisioneros y otras personas retenidas durante el conflicto bélico en Nagorno Karabaj.
Exige además el "cese de las torturas y del trato inhumano" que reciben los soldados y otras personas detenidas por las fuerzas azerbaiyanas, "incluido civiles".
Los diputados armenios reclaman también a la comunidad internacional adoptar medidas para "hacer que Azerbaiyán cumpla las leyes internacionales en materia de los derechos humanos y derecho humanitario internacional".
El presidente armenio, Armen Sarkisián, se dirigió previamente al líder ruso, Vladímir Putin, para pedir su mediación en la liberación de los armenios capturados por Azerbaiyán.
En su mensaje, Sarkisián señaló que la sociedad armenia está "muy preocupada por la situación de los soldados y civiles" retenidos por las fuerzas azerbaiyanas y pidió a Putin ayudar a la pronta resolución de un asunto "extremadamente doloroso" para Armenia.
Según el Defensor del Pueblo del Karabaj, Artak Beglarián, más de medio centenar de militares armenios son retenidos como prisioneros por Azerbaiyán.
La situación de los prisioneros armenios en Azerbaiyán fue denunciada la semana pasada por Human Rights Watch, que dijo que "las tropas azerbaiyanas han tratado de forma inhumana a numerosos soldados de etnia armenia capturadas en el conflicto de Nagorno Karabaj".
"Las autoridades azerbaiyanas deben asegurarse de que este trato cese de inmediato", dijo Hugh Williamson, director de HRW para Europa y Asia Central en un comunicado publicado en la web de la ONG.
La parte armenia también anunció que ha elevado al Tribunal Europeo de los Derechos Humanos (TEDH) las pruebas recabadas sobre el maltrato sufrido tanto por civiles como por militares armenios a manos de las tropas azerbaiyanas.
Los combates en el Karabaj, enclave en disputa entre armenios y azerbaiyanos desde 1988, estallaron el 27 de septiembre y se cobraron durante 44 días la vida de más 5.500 militares de ambos bandos y unos 150 civiles, según fuentes oficiales.
Armenia controlaba el territorio desde su victoria en la anterior guerra (1992-1994), tras lo que entró en vigor un frágil alto el fuego roto en numerosas ocasiones, aunque, con la excepción de la guerra de los cuatro días de 2016, nunca a gran escala.
En virtud del acuerdo patrocinado por Moscú que puso fin a la guerra el 10 de noviembre, Azerbaiyán controlará más de dos tercios del territorio del Karabaj, república que proclamó su independencia tras celebrar tres referendos (1991, 2006 y 2017), aunque ésta nunca fue reconocida por la comunidad internacional, ni siquiera por Ereván.