El fantasma de los 43 estudiantes de Ayotzinapa vuelve a perseguir a Peña Nieto

DESAPARECIDOS AYOTZINAPA AP
Desaparecidos de Ayotzinapan. / AP
Afp
07 de septiembre 2015 - 21:25

A punto de cumplirse un año del crimen que manchó la imagen de su gobierno, la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa sigue persiguiendo al presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, que es cuestionado ahora por presuntos errores y omisiones en las investigaciones del caso.

En una misión avalada por su gobierno y con acceso a expedientes de la fiscalía hasta ahora vetados a la luz pública, un grupo de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presentó el domingo un largo informe que desmonta la versión oficial de los hechos y sugiere que el ejército y fuerzas federales mexicanas tuvieron conocimiento del ataque a los estudiantes e, incluso, omitieron ofrecerles ayuda.

La puesta en duda de la "verdad histórica" profesada por la fiscalía considerando, por ejemplo, que no hay evidencias de que los chicos fueran incinerados en un basurero y la insinuación de posibles responsabilidades federales golpea al gobierno de Peña Nieto, que pasa por su peor momento de popularidad a raíz de este terrible crimen, la fuga del capo Joaquín "El Chapo" Guzmán y acusaciones de conflictos de interés.

Con el informe de la CIDH, "las instituciones mexicanas quedan muy cuestionadas, es un elemento más que se suma a la falta de credibilidad del discurso oficial en muchos ámbitos, del propio ejercicio de gobierno", dijo a la AFP el profesor de política Héctor Zamitiz Gamboa, de la Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM).

El informe de la CIDH cuestiona que las conclusiones de la fiscalía se basen casi exclusivamente en testimonios contradictorios conseguidos presuntamente bajo tortura, que se ignoraran o destruyeran importantes pruebas o se omitiera indagar más en qué papel podría haber tenido un quinto autobús posiblemente cargado de droga en el ataque el 26 de septiembre de policías de Iguala (Guerrero, sur) a los jóvenes y su posterior entrega a narcotraficantes.

El "túnel de la impunidad"

"México necesita resolver el caso Ayotzinapa cuanto antes (...) no sólo para resolver este crimen, sino para probar al mundo que hay luz al final del túnel de la impunidad mexicana", manifestó este lunes el periódico El Universal en su editorial.

Aunque la fiscal general, Arely Gómez, se comprometió a tener en cuenta las recomendaciones de la CIDH y a realizar un nuevo peritaje sobre la presunta incineración, este lunes el director de la Agencia de Investigación Criminal de la dependencia, Tomás Zerón, insistió en que hay peritajes "contundentes" que prueban que al menos un gran numero de los 43 estudiantes fueron ultimados en el basurero.

La versión del basurero fue presentada por el exfiscal general, Jesús Murillo Karam, como la "verdad histórica" pero su investigación fue criticada y el funcionario fue relevado por Gómez en marzo.

El informe de los expertos constata que hay "una historia fabricada por la PGR (fiscalía) y presentada como versión final, imprescindible para voltear la página, cerrar el libro, 'superar' Ayotzinapa como nos conminaron", escribió la politóloga Denise Dresser en una columna en el diario Reforma titulada "Mentira histórica".

Dresser se refería a la petición que hizo el presidente Peña Nieto dos meses después de la tragedia, cuando emplazó a los mexicanos a mirar hacia adelante y superar ese episodio negro, ganándose fuertes críticas entre quienes consideraron que no abordó con sensibilidad ni dedicó suficiente espacio en sus discursos públicos a este caso.

"Cuidar" al presidente

De hecho, muchos mexicanos no perdonan a Peña Nieto que, en todo este año, no haya ido a Guerrero a conocer de primera mano la situación de las familias de los chicos y que sólo se reuniera con ellas una vez en octubre del año pasado.

"Me parece que es indudable que se ha tratado de cuidar la figura presidencial y su propia integridad en el sentido de no hacer mayor presencia en un estado que tiene serios problemas de seguridad, pero eso fue un error, debió de haber habido mayor definición sobre el interés de resolver el asunto" de parte del gobernante, estima el profesor Zamitiz Gamboa.

Los indignados padres de los 43 estudiantes exigieron al presidente el domingo que les "dé la cara" y se vuelva a reunir esta semana con ellos y los expertos de la CIDH.

Al aceptar la petición, Peña Nieto reiteró este lunes su "invariable y permanente disposición de estar cerca de los padres de las víctimas y apoyarlos de manera permanente".

A la mitad de su mandato de seis años y con una aprobación que cayó al 35% en agosto, Peña Nieto podría marcar "una nueva etapa" con esta reunión, en la que debería comprometerse a presentar "resultados creíbles para hacer justicia" en un caso que conmocionó al mundo, cree Zamitiz.

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