Europa se despide de una ola de calor insólita que ha dejado dos muertos
Europa soporta este viernes la última jornada de temperaturas extremas de una ola de calor que ha anotado registros históricos en países como Bélgica, Alemania, Luxemburgo, Holanda o Francia y dos víctimas mortales, mientras se prepara para un episodio de fuertes tormentas, lluvias y vientos.
En Bélgica, las altas temperaturas se han cobrado hoy su primera víctima, una mujer de 66 años que ha muerto mientras tomaba el sol en la región costera de Middelkerke, y en Granada (sur de España), un hombre de 85 años falleció ayer debido a un golpe de calor tras una exposición prolongada al sol durante un paseo.
Este episodio tendrá además fatales consecuencias ambientales, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), pues amenaza con dejar la capa de hielo de la isla danesa de Groenlandia, que en lo que va de mes ha perdido 160.000 millones de toneladas en superficie, en mínimos históricos.
La web meteorológica europea www.meteoalarm.eu mantuvo hoy sólo con avisos de nivel rojo por temperaturas extremas a Bélgica y Croacia y por tormentas a la región alemana de Kreis Euskirchen, al oeste del país.
La ola de calor ha dejado registros insólitos en algunas ciudades europeas, como ayer en París, donde se alcanzaron los 42,6 grados centígrados, una temperatura nunca alcanzada, por ejemplo, en Madrid, donde la máxima, 40,7 grados, se registró en la anterior ola de calor de junio.
La canícula que llegó a comienzos de semana a Francia y activó la alerta roja en 20 departamentos agravó además los problemas de contaminación por ozono en el área metropolitana de la capital, donde desde el martes está prohibida la circulación de los vehículos más contaminantes, pero se aleja ya de la mayor parte del territorio, salvo del noreste y del este.
Bélgica superó también el jueves -por tercera vez en dos días- su temperatura máxima histórica, al marcar 41,8 grados, un registro que pulverizó la marca alcanzada solo unas horas antes, 40,6, según datos del Real Instituto Meteorológico, que prevé que las temperaturas se desplomen el fin de semana hasta diez grados.
La compañía nacional de trenes belga, SNCB, tuvo que suspender el servicio de 27 ferrocarriles que carecían de aire acondicionado como medida preventiva y las autoridades insistieron en sus recomendaciones, en especial la hidratación en niños y mayores.
Italia vivió hoy su pico más alto de calor, con catorce ciudades del norte y centro del país con temperaturas próximas a los 40 grados, como Turín, Milán, Brescia, Génova, Florencia, Perugia, Bolzano, Bologna o la capital, Roma, donde se vivió una jornada asfixiante.
No obstante, se prevé que la situación cambie en las próximas horas con la entrada de un frente frío procedente del Atlántico que dará un alivio y bajará los mercurios en la península, pero que dejará frecuentes temporales y lluvias.
En Alemania, las temperaturas se mantuvieron inusualmente altas en puntos del "Land" de Renania del Norte-Westfalia, donde estaba previsto que se alcanzaran los 40 grados, según el Servicio Meteorológico Alemán (DWD), pero cederán paulatinamente en el resto del país a partir de esta tarde.
La llegada este viernes de una perturbación desde el Atlántico hará descender las temperaturas de manera paulatina en toda Europa durante el fin de semana, si bien los servicios meteorológicos han avisado de lluvias intensas y fuerte aparato eléctrico.
En Francia, las tormentas se desplazarán desde el suroeste y norte del país hacia el este, con precipitación abundante y fuertes rachas de viento, según Météo-France, y en Alemania, los frentes llegarán a última hora de hoy y se extenderán a lo largo del sábado y domingo por el oeste, sur y este del país, según los pronósticos del DWD.
La perturbación llegará a Italia el sábado y afectará especialmente a las regiones septentrionales y los Alpes, aunque se extenderá progresivamente hacia regiones del centro del país, como la Toscana o el Lacio, según fuentes de Protección Civil.
En Reino Unido, las tormentas han causado ya retrasos y cancelaciones en el aeropuerto de Heathrow, el de mayor tráfico de Europa, que se suman a los efectos causados por el calor en los trenes, que tuvieron que reducir ayer su velocidad ante el temor de deformaciones en las vías.