El G7 afronta múltiples crisis con la ausencia de Putin
La canciller alemana Angela Merkel será la anfitriona el domingo de una cumbre del G7 que abordará numerosas crisis, desde los problemas de Grecia a la guerra en Ucrania o el terrorismo internacional, con la destacada ausencia del ruso Vladimir Putin.
La cumbre de las siete potencias económicas mundiales será la tercera que se celebra sin Putin, que fue excluido del antiguo G8 después que Rusia anexionara la península de Crimea en marzo de 2014.
La ausencia del líder ruso ha sido fuertemente criticada por numerosas personalidades, como su amigo, el ex canciller alemán Gerhard Schröder, alegando que las discusiones pierden así su sentido sin uno de los dirigentes claves en los grandes temas internacionales.
Merkel empezará por acoger al presidente estadounidense Barack Obama en la alcaldía de Krün al sur de Alemania. Luego se celebrará una recepción popular, con unos 2.000 habitantes, en la plaza de la iglesia, con vestidos folclóricos, cerveza y bandas musicales.
Al mediodía los líderes se encerrarán en el castillo de Elmau, en el corazón de los Alpes bávaros, aislado y protegido por un gran dispositivo policial.
El jueves se llevó a cabo en Munich una manifestación sin altercados con cerca de 40.000 manifestantes, que pidieron una mundialización "más justa".
Valores comunes
Merkel calificó la exclusión del líder ruso de inevitable, ya que el G7 representa según ella un club de países que comparten "valores comunes". Rusia, acusada de apoyar las tropas rebeldes en el este de Ucrania, "no se somete al derecho internacional, por lo que la vuelta al formato del G8 es inimaginable", declaró recientemente la mandataria alemana.
Ucrania vive de nuevo bajo la amenaza inminente de un nuevo choque entre el ejércitpo y los rebeldes prorrusos en el este del país.
El yihadismo en Oriente Medio y África, las relaciones con Irán y la negociación sobre su programa nuclear son, sin embargo, los principales temas planteados por la presidencia alemana.
En lunes, segundo día de la cumbre, el G7 acogerá también al primer ministro iraquí, Haider al Abadi, y a cinco dirigente africanos, entre los que se encuentran el presidente tunecino Béji Caid Essebsi y su homólogo de Nigeria, Muhamadu Buhari.
Se tratará así de analizar "que apoyo pueden dar las potencias del G7 a estos países", incluida la ayuda al desarrollo, explican desde Berlín. En este sentido, estarán presentes los dirigentes de grandes organizaciones internacionales como la ONU, el FMI, la OMC, el Banco Mundial y la OCDE.
Grecia, al borde de una moratoria de su deuda y, según muchos, en serio riesgo de salir de la moneda única europea, también será un asunto central durante la cita.
El presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker y el presidente del Consejo Europeo Donald Tusk formarán también parte de las discusiones.
Canciller desde hace aproximadamente diez años, Angela Merkel, a menudo considerada como la mujer más influyente del mundo, es la jefa de Estado con más antigüedad entre los líderes del G7.
Merkel quiere dotar de una dimensión social y medioambiental la segunda cumbre de este tipo que se celebra en Alemania, después de la de Heiligendamm en 2007, en el mar Báltico.
Para la que fue apodada este año como "la canciller del clima", los avances en este tema son una "prioridad absoluta", según fuentes del gobierno alemán, a solo seis meses de la conferencia sobre el clima de París (COP21), donde se intentará llegar al primer acuerdo mundial para que el calentamiento global no sobrepase los 2ºC, frente al nivel de la era preindustrial.
Entre los demás asuntos, habrá negociaciones para finalizar los acuerdos del tratado de libre comercio, en especial el pacto UE/EEUU (TTIP).