Gobierno español ve impensable un presidente catalán que gobierne en prisión
El Ejecutivo español rechazó hoy la idea de un presidente de Cataluña que gobierne desde la cárcel, en alusión a la posibilidad de que los partidos independentistas catalanes propongan al diputado Jordi Sánchez -en prisión preventiva- como candidato a dirigir el próximo gobierno regional.
"Es inimaginable pensar en un presidente de un gobierno autonómico que está huido de la Justicia y fuera de España y también es difícil pensar en un presidente de una comunidad que esté en prisión y no puede ejercer sus funciones", dijo hoy el ministro español de Justicia, Rafael Catalá.
La posible candidatura de Jordi Sánchez es la principal hipótesis que manejan los grupos independentistas del Parlamento catalán, donde cuentan con mayoría absoluta tras las elecciones del pasado 21 de diciembre.
Sánchez, en el caso de que finalmente sea el nominado, se convertiría así en la alternativa a Carles Puigdemont por la dificultad de que éste sea investido presidente de Cataluña a distancia, pues permanece en Bélgica huido de la Justicia española.
No obstante, Sánchez está pendiente también de un proceso judicial que puede conllevar, si lo decide el tribunal, "su inhabilitación, su condena", advirtió el ministro.
En caso de que fuera finalmente el candidato, algo sobre lo que hoy no se pronunciaron los partidos independentistas, está por ver que el Tribunal Supremo le permitiera ir al debate de investidura.
Sánchez es el "número dos" de JXCat, la candidatura electoral encabezada por Puigdemont en las elecciones catalanas del 21 de diciembre pasado; ambos resultaron elegidos diputados.
El Tribunal Supremo investiga al expresidente catalán Puigdemont y todo su gobierno por el proceso independentista ilegal de 2017.
Y Sánchez permanece encarcelado provisionalmente como sospechoso de sedición por el asedio que la Guardia Civil española sufrió e en una operación para impedir el referéndum inconstitucional de "autodeterminación" del 1 de octubre pasado, cuando era presidente de la organización independentista Asamblea Nacional Catalana.
Pasados más de dos meses de las elecciones autonómicas de diciembre, continúa el bloqueo institucional en esa región española, sin que hayan empezado a correr los plazos para unos eventuales nuevos comicios, según los servicios jurídicos del Parlamento catalán.
Las fuerzas independentista Junts per Catalunya (JxCat, centroderecha), ERC (izquierda republicana) y la CUP (izquierda radical) intensificaron las negociaciones los últimos días para lograr un acuerdo de gobierno en Cataluña, aunque persisten los escollos, que podría incluir la candidatura de Sánchez.
El presidente del Parlamento regional, Roger Torrent, confió hoy en que "pronto pueda haber un gobierno efectivo en Cataluña".
El jueves próximo, un pleno parlamentario debatirá varias resoluciones orientadas a desbloquear la situación política. Otra, presentada por JxCat, busca reconocer la legitimidad de Puigdemont para ser presidente regional, que será respaldada también por ERC.
Sobre Sánchez, el ministro español de Justicia matizó que corresponde a los diputados del Parlamento de Cataluña tomar la decisión, y "ellos sabrán si es la más adecuada para atender los intereses de los catalanes".
Catalá también dijo que el fin de las medidas aplicadas por el Ejecutivo español cuando, amparado en la Constitución, destituyó el 27 de octubre a Puigdemont y su gobierno no es una cuestión de personas ni de quién sea el presidente de Cataluña, sino de que el futuro gobierno catalán cumpla con sus obligaciones constitucionales.
La líder catalana de Ciudadanos (liberales favorables a la unidad de España), Inés Arrimadas, reclamó "realismo y transparencia" a los independentistas ante la posibilidad de la candidatura de Sánchez, pues tratar de investirlo presidente de Cataluña sería seguir "liándola".
Ciudadanos fue el partido que ganó los comicios regionales, pero sin diputados suficientes para poder gobernar con otras fuerzas no soberanistas, mientras que los partidos independentistas sí suman mayoría absoluta.
Tampoco el Partido Socialista considera que Sánchez sea un candidato viable por sus circunstancias, pues no puede serlo "nadie prófugo de la Justicia o preso".
El portavoz del Partido Popular (centroderecha) en el Parlamento español Rafael Hernando calificó la opción de Sánchez de "disparate cósmico" y "burla".
Por el contrario, la coalición catalana de izquierdas En Comú-Podem cree legítimo que Sánchez se sometiera al debate de investidura porque existen precedentes en la región española del País Vasco (norte) en 1987.
Entonces, un parlamentario vasco en prisión preventiva por pertenencia a la banda terrorista ETA pudo salir de la cárcel con un permiso especial para someterse a un debate de investidura en el Parlamento regional, que perdió en la votación.