Papa recibe a Hollande para reforzar lazos comunes

El Papa Francisco y el presidente Francoise Hollande se reunen en el Vaticano para reforzar lazos comunes. / AFP
Afp
17 2016 - 17:55

El papa Francisco recibió este miércoles al presidente francés Francois Hollande en el Vaticano, una reunión privada organizada tres semanas después del cruel asesinato de un sacerdote en una iglesia de Normandía y con la que quieren reforzar sus lazos.

"Vine a decirle al papa que somos sensibles a las palabras que ha pronunciado y a su acción, lo que alivia nuestra visión de la humanidad", declaró Hollande pocos minutos antes del encuentro.

Éste, que duró cuarenta minutos, fue presidido por palabras de agradecimiento de Hollande al papa por su solidaridad y apoyo tras los atentados que ha sufrido Francia.

La reunión se celebró en el estudio del papa al lado de la sala de audiencias Pablo VI, al término de la cual Hollande obsequió al papa una porcelana de Sèvres con el escudo de Francia y éste le regaló una escultura de bronce de la artista Daniele Fusco, indicó en una nota la oficina de prensa del Vaticano.

El asesinato, el 26 de julio, del sacerdote francés, quien fue degollado dentro de una iglesia, reivindicado por la organización yihadista Estado Islámico (EI), conmovió a Francia, uno de los países más católicos de Europa.

Se trata de la segunda vez que el socialista Hollande es recibido por el papa desde que fue elegido presidente en mayo 2012.

Antes de reunirse con el papa, el jefe de Estado francés, quien viaja acompañado por el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, visitó la iglesia de San Luis de los Franceses, en el corazón de Roma, joya del barroco italiano.

El clima en Francia es de alerta máxima tras la serie de atentados ocurridos en Francia por lo que el santuario de Lourdes (suroeste de Francia), visitado por miles de peregrinos de todo el mundo, fue puesto bajo alta seguridad debido a la amenaza terrorista.

Hollande no quiso comentar con la prensa la controvertida prohibición en Francia de usar el "burkini" (bañador para musulmanas que cubre todo el cuerpo y los cabellos), una medida que Italia considera "inapropiada y peligrosa".

Francia profanada

"Cuando un sacerdote es atacado, toda Francia es profanada", repitió este miércoles el presidente francés, al recordar las palabras dichas al pontífice durante una conversación telefónica pocas horas después de que fuera degollado el religioso francés.

Las autoridades francesas han organizado eventos fraternales en iglesias y mezquitas para aliviar las tensiones interreligiosas en un país marcado por siglos de catolicismo y con varios millones de musulmanes.

"La laicidad no es mensaje que hiere sino que une", explicó Hollande al ser interrogado sobre uno de los principios irrenunciables de Francia y que ha generado incomprensiones hasta con el Vaticano.

El papa Francisco por su parte ha multiplicado los mensajes de apoyo a Francia, ya golpeada por el atentado de Niza (85 muertos) el 14 de julio, día de la fiesta nacional.

Ante miles de fieles reunidos en la plaza de San Pedro con motivo de la oración del Ángelus, el pasado 17 de julio, el pontífice manifestó su cercanía a "cada una de las familias" así como a toda la nación francesa.

Francisco también ha querido hacer hincapié en rechazar cualquier ecuación que relacione al islam con terrorismo.

"No creo que sea justo vincular al islam con la violencia", aseguró el 1 de agosto a la prensa durante el vuelo de regreso a Roma tras presidir la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia, Polonia.

El papa y Hollande hablaron también de la situación de los cristianos en Oriente, tema abordado por teléfono el 26 de julio.

Hollande es sensible al "sufrimiento" que padecen los cristianos, especialmente en Irak y Siria, ya que considera su presencia "indispensable" para el equilibrio de la región.

La presidencia francesa espera con esta visita cerrar la página de las tensiones diplomáticas registradas durante los primeros cinco años de gobierno de Hollande por la adopción en 2013 de la ley para el matrimonio gay, que tuvo la oposición de la Iglesia católica.

Además la Santa Sede se negó a acreditar en 2015 como embajador de Francia a Laurent Stefanini, católico practicante y homosexual.

Después de un año vacante, otro diplomático, Philippe Zeller, asumió el cargo en junio.

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