'Serios desacuerdos' respecto a la formación de gobierno en Alemania
La canciller alemana, Angela Merkel, reconoció este viernes que existen desacuerdos "serios" con los socialdemócratas en las negociaciones para formar gobierno.
"Todavía hay una serie de puntos de divergencia serios", declaró la jefa del Ejecutivo conservadora, al acercarse a los últimos días de las negociaciones que buscan sacar a la primera economía europea del punto muerto político.
Las conversaciones deben terminar la noche del domingo o, como tarde, a inicios de la semana próxima.
"Todavía tenemos mucho trabajo por delante", declaró Merkel ante la prensa. "Espero que tengamos éxito pero los problemas aún no están resueltos", añadió.
Alemania está sumida en un embrollo político sin precedentes desde las elecciones legislativas del 24 de septiembre, de las que no salió ninguna mayoría clara para gobernar el país.
Tras el fracaso en noviembre para formar una coalición con los Liberales y Los Verdes, la canciller intenta desde principios de enero formar un gobierno con los socialdemócratas del SPD, con quienes ya gobernó en dos ocasiones en el pasado.
El presidente del SPD, Martin Schulz, consideró este viernes que hay "todavía muchas cosas que negociar para alcanzar un acuerdo".
Las negociaciones se centran en dos puntos: el mercado de trabajo (donde los socialdemócratas exigen menos flexibilidad) y la sanidad (en la que piden que se reduzcan las desigualdades entre medios modestos y acomodados).
Pero este viernes apareció un nuevo punto de fricción, que ya se pensaba superado: el número de solicitantes de asilo autorizados cada año en Alemania, un tema muy sensible entre la opinión pública del país.
Las dos partes habían acordado a principios de mes limitar esa cantidad a entre 180,000 y 220,000 por año, una reivindicación de los democristianos de Merkel.
Pero según la prensa alemana, el SPD volvió a sacar el tema, solicitando que esa horquilla sea puramente indicativa, mientras que los conservadores consideran que esa cantidad máxima es obligatoria.
Los socialdemócratas están muy divididos sobre la idea de formar un nuevo gobierno de coalición con los conservadores de Merkel. Y, si llegaran a un acuerdo de coalición, la última palabra la tendrán los 450.000 militantes de base, que deberán validarla o rechazarla en una consulta interna, en un contexto en el que predominan quienes se oponen a la coalición.