Investigación sobre Irán, paralizada
Una nueva y aparentemente prometedora investigación de Naciones Unidas sobre la actividad nuclear iraní se ha estancado. Esta situación deja a los investigadores en cero después de una década y atenta contra las esperanzas estadounidenses de convenir un acuerdo amplio con Irán en cumplimiento de un plazo en noviembre.
Las expectativas eran sólidas hace dos semanas, cuando el director del equipo de inspección nuclear de la ONU, Yukiya Amano, dijo después de conversar en Teherán con el presidente iraní Hasan Ruhani que este había empeñado "un compromiso firme" de cooperación y sugirió que se había progresado sustancialmente.
Dos diplomáticos dijeron a The Associated Press que la Agencia Internacional de Energía Atómica, que dirige Amano, emitirá esta semana un informe confidencial según el cual Irán no ha suministrado informaciones para hacer progresar sustancialmente la investigación, una conclusión que podría afectar las conversaciones entre Irán y seis grandes potencias.
Los diplomáticos hablaron con la condición del anonimato por no estar autorizados a discutir las conversaciones confidenciales. La portavoz de la AIEA, Gill Tudor, dijo el miércoles que la agencia no formulará declaraciones. La misión iraní de la agencia, dijo el delegado jefe Reza Najafi, está en Teherán y nadie más puede hablar con la prensa.
La investigación de la AIEA está formalmente separada de las conversaciones encabezadas por Estados Unidos, pero Washington sostiene que una investigación exitosa de la agencia debe formar parte de un acuerdo definitivo. Eso parece improbable dentro del plazo del 24 de noviembre —ya demorado del original del 31 de julio— aun si ambas partes coinciden para entonces en la parte restante de un acuerdo destinado a limitar la capacidad nuclear de Irán a cambio del alivio de las sanciones.
Una determinación de que la investigación se ha estancado sería vergonzosa para Amano, considerando sus comentarios optimistas del 17 de agosto después de las conversaciones con Ruhani. También daría fuerza a los legisladores estadounidenses escépticos de que la asunción de Ruhani el año pasado dio un giro más moderado a la situación.
Irán y la AIEA convinieron en febrero reiniciar la investigación después de un estancamiento de un año, cuando Teherán insistió en que 1.000 páginas de denuncias de actividad nuclear se basaron en datos falsos de Estados Unidos y de su archienemigo Israel.
Desde entonces, la agencia de la ONU ha buscado información sobre tres asuntos: supuestos experimentos con detonadores que pudieran usarse para desencadenar una explosión nuclear, trabajos en cargas explosivas utilizadas en detonaciones nucleares y supuestos estudios para calcular el rendimiento de explosivos nucleares.