Los líderes de la UE debaten el plan de reconstrucción entre llamados al 'compromiso'
Los 27 mandatarios de la Unión Europea (UE) iniciaron este viernes una compleja negociación sobre el multimillonario plan de reconstrucción presentado por Bruselas para, mediante deuda común, sacar al bloque de la profunda recesión, entre llamados al "compromiso".
"Tenemos una responsabilidad colectiva que cumplir (...) Ahora es el momento de comprometerse", tuiteó el jefe del Consejo Europeo, el liberal Charles Michel, minutos antes de que iniciara la cumbre a las 08H00 GMT.
Aunque el tiempo apremia ante el largo proceso de ratificación, no se espera ningún acuerdo en esta primera discusión telemática, que servirá para "tomar la temperatura" de las diferentes posiciones, según la presidencia francesa.
Las miradas están puestas en particular en Países Bajos, Austria, Suecia y Dinamarca, los cuatros países apodados "frugales" y adeptos del rigor fiscal, que se muestran reticentes con el plan desvelado por la Comisión Europea.
El instrumento de reconstrucción, llamado Próxima Generación, prevé que la Comisión tome prestado en los mercados de deuda 750,000 millones de euros (unos 844,000 millones de dólares al cambio actual) en nombre de la UE.
Estos fondos se repartirían entre los países mediante subvenciones (medio billón de euros) y préstamos (250,000 millones). La UE en su conjunto se encargaría de devolver el dinero de las primeras ayudas y no el país beneficiado.
Según los primeros cálculos avanzados por fuentes comunitarias, Italia y España, muy golpeados humana y económicamente por el nuevo coronavirus, serían los principales países beneficiados, seguidos de Polonia y Francia.
El plan ayudará "también a los países cuyas economías han sufrido indirectamente como resultado del confinamiento", defendió la titular de la Comisión, la conservadora Ursula von der Leyen, antes de la cumbre.
Los "frugales", que buscan reducir el volumen total, abogan además por un sistema basado en préstamos en lugar de subvenciones, uno de los principales escollos que los dirigentes deberán salvar durante la negociación.
El primer ministro sueco, el socialdemócrata Stefan Löfven, criticó así el jueves el principio de repartir medio billón de euros en ayudas no reembolsables, "enviando la factura a los futuros contribuyentes".
Además del equilibrio entre subvenciones y préstamos, el debate también se anuncia duro sobre qué condiciones poner al acceso de ese dinero y de dónde sacar los recursos para la devolución de los préstamos.
Para devolver el principal de la deuda durante 30 años a partir de 2028, Bruselas propone crear nuevos impuestos como el digital, a las grandes empresas o al carbono en frontera para importaciones contaminantes, entre otros.
"Cuanto más rápido, mejor"
"La situación está lejos de ser fácil", confesó el jueves la canciller alemana, la conservadora Angela Merkel, advirtiendo de la coyuntura "sin precedentes". Bruselas estima que la economía de la UE se contraerá un 7,4% del PIB en 2020.
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, advirtió a los líderes que la situación de mercado laboral empeorará y que "cuanto más rápido se acuerde el paquete, mejor para la economía de la UE", según su entorno.
La discusión del fondo de recuperación se suma a la ya compleja discusión sobre el futuro presupuesto común de la UE para el período 2021-2027, al que estará vinculado, y que a fines de febrero se saldó en un fracaso.
Los "frugales" abogan de nuevo por limitar el volumen del Marco Financiero Plurianual (MFP) 2021-2027, que la Comisión Europea propone ahora que se eleve a 1,1 billones de euros para todo el período.
"Lo que está sobre la mesa ahora mismo es simplemente demasiado caro", dijo a la AFP el ministro de Exteriores danés, el socialdemócrata Jeppe Kofod, que aboga por priorizar la transición ecológica y digital.
Von der Leyen defendió que Próxima Generación está diseñado para lograr una recuperación de la economía europea "resistente, sostenible y digital". "Es una oportunidad que Europa no puede dejar pasar", agregó pidiendo compromiso.
Los países del Sur y del Este, agrupados en los Amigos de la Cohesión, defienden no dejar de lado en el MFP las políticas tradicionales agrícola y de cohesión, que representan más de la mitad del actual presupuesto.
"Si al final de la cumbre todos se han comprendido y escuchado y que la ambición es llegar [a un acuerdo] para el verano, estaré muy contento", dijo un diplomático europeo sobre la difícil negociación.
Sin embargo, para alcanzarlo, los diplomáticos europeos consideran que una o dos reuniones en persona son necesarias. Michel consultará a los líderes sobre la posibilidad de llevarlas a cabo en el mes de julio.
Un eventual acuerdo global sobre el MFP con nuevos recursos propios y el fondo de recuperación deberá ser validado tanto por la Eurocámara como por los parlamentos nacionales, de cara a su entrada en vigor en 2021.