Tímidos avances del Ejército iraquí en Mosul, cuya población sufre atrapada

Habitantes de los barrios "liberados" por las fuerzas iraquíes en el este de la ciudad de Mosul. / EFE
Efe
30 2016 - 16:46

Las fuerzas iraquíes lograron hoy tímidos avances ante los combatientes del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en los barrios del este de Mosul, donde la población sufre todo tipo de carencias, atrapada entre dos fuegos.

El subcomandante de la Jefatura de Operaciones Conjuntas para la Liberación de (la provincia de) Nínive, el general Abdelamir Yarala, destacó varios avances de las unidades de la lucha antiterrorista y de la Policía Federal en los barrios de Al Quds y Al Karama, en el este de la ciudad, principal feudo del EI en Irak.

Yarala explicó que en las operaciones han muerto más de 200 "terroristas" del EI y que fueron destruidos seis coches bombas y un séptimo fue desactivado.

El comandante de las Fuerzas Especiales, el general Maan al Saadi, destacó que las tropas antiterroristas han logrado "avances destacados" en los barrios del norte, del centro y del sur de la zona oriental de la ciudad, en medio de violentos enfrentamientos.

El comandante explicó que la renovada ofensiva, que comenzó ayer, se produjo después de que el Ejército regular y la Policía relevara a las Fuerzas Especiales en el control de los barrios recuperados, lo que ha permitido a las tropas antiterroristas concentrarse en lograr nuevos avances.

"Estamos avanzando rápido y en los próximos días liberaremos los barrios que todavía están ocupados en la ribera oriental del río Tigris", subrayó Al Saadi.

Ayer las fuerzas iraquíes lanzaron la segunda fase de la ofensiva para arrebatar al Estado Islámico los barrios orientales de Mosul, donde las tropas antiterroristas irrumpieron a finales de octubre.

Las tropas gubernamentales controlan más de 40 distritos en esta zona, pero no han conseguido doblegar a los yihadistas, que han lanzado reiteradas contraofensivas para intentar recuperar zonas perdidas.

La ofensiva fue precedida de la destrucción de todos los puentes que unen el Mosul occidental (bajo control yihadista) con el oriental, para impedir que el EI envíe refuerzos, armamento o coches bomba, una de las principales armas del grupo.

Como consecuencia de los choques, los civiles que todavía permanecen en las zonas controladas por el EI malviven sin agua, comida ni electricidad, atrapados entre los intensos combates que enfrentan a ambas partes.

Desde la entrada de las primeras tropas iraquíes en los barrios orientales del principal bastión del EI, hace dos meses, los bombardeos, los enfrentamientos callejeros y los atentados no han cesado en la ciudad, que sufre continuos cortes de agua y de suministro eléctrico.

Abu Omar al Tai, un vecino de 53 años del barrio septentrional de Al Sukar, cuenta a Efe por teléfono que los combatientes del EI amenazan continuamente a los habitantes que pretenden huir hacia las zonas controladas por las fuerzas regulares.

"Nos gritan: 'Os vamos a quemar y a quemar vuestras casas y no vamos a permitir que os alegréis de la llegada de los safavíes (en referencia a las fuerzas del Ejército)", explica Al Tai.

El hombre segura que en su zona los yihadistas quemaron al menos 22 casas y obligaron a varias familias a abandonar sus viviendas durante bombardeos o duros enfrentamientos.

"Cuanto más fuerte se oye el ruido de los disparos y las explosiones, más locos se vuelven y más insultan a las familias amenazándolas con matarlas si avanzan hacia las zonas donde están los soldados", explica.

Al Tai abandonó su casa con su familia y encontró refugió en un piso cercano que estaba vacío, pero ahora -dice-, una vez agotada la comida y la bebida que tenían, no sabe qué será de sus vidas.

Una historia similar cuenta Um Omar, vecina del barrio Al Shurta, también controlado por los yihadistas, quien asegura vía telefónica que apenas tienen un poco de harina con el que hacer pan.

"Pero hasta hacer pan es imposible, porque no hay gas para cocinar", se queja, antes de explicar que los depósitos de agua están vacíos y que hasta salir a la calle se ha convertido en una tarea imposible, debido a la caída continua de proyectiles.

El comandante de la Policía Federal, el general Raed Yaudat, reconoció que a la precaria situación que viven estas familias se suma el encarecimiento de los precios de los combustibles y los alimentos, así como la falta de atención médica apropiada o de medicinas.

Una bombona de gas se llega a pagar al equivalente de 60 dólares y el litro de gasóleo a tres dólares, asegura Yaudat, que denunció que los combatientes del EI han secuestrado recientemente a 250 vecinos de la zona de Wadi Hayar.

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