Miles de civiles siguen atrapados en Mariúpol mientras Ucrania y Rusia siguen negociando
Rusia ataca Ucrania
Kiev, Ucrania/Casi 100.000 personas permanecen atrapadas en una situación humanitaria extrema entre las ruinas de la ciudad ucraniana de Mariúpol, donde siguen cayendo las bombas rusas, mientras prosiguen las "difíciles" negociaciones entre Kiev y Moscú.
Después de que la ONU instara a Rusia a terminar con su guerra "absurda" e "imposible de ganar", el presidente ucraniano Volodimir Zelenski se expresó este miércoles ante el Parlamento de Japón, y pidió "reformas profundas" en la ONU.
Casi un mes después de que Rusia lanzara su invasión de Ucrania, el 24 de febrero, los diálogos de paz han permitido la instauración de corredores humanitarios para evacuar civiles, y el gobierno ucraniano afirma que desea someter a referéndum algunas de las exigencias de Rusia.
Pero, según el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, las conversaciones con Kiev son "difíciles" porque "la parte ucraniana cambia constantemente de posición".
"Es difícil librarse de la impresión de que nuestros socios estadounidenses les llevan de la mano", indicó, afirmando que para Washington "no es provechoso que este proceso termine rápidamente".
El principal negociador ucraniano, Mijailo Podoliak, también admitió que las negociaciones son "difíciles", según él, porque "la parte ucraniana tiene posiciones claras y de principio".
Este miércoles, el presidente estadounidense, Joe Biden, advirtió que un ataque químico ruso en Ucrania es una "amenaza real", antes de partir rumbo a Bruselas para reunirse con dirigentes de la OTAN, la Unión Europea y el G7.
La víspera, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró a la cadena CNN que Rusia utilizaría armas nucleares si enfrenta una "amenaza existencial", una retórica que el portavoz del Pentágono, John Kirby, calificó de "peligrosa".
En este contexto, el jefe de gabinete de la presidencia ucraniana pidió el miércoles a los occidentales "armas ofensivas", un "medio de disuasión" frente a Moscú, en la víspera de la cumbre de la OTAN en al que Volodimir Zelenski participará por videoconferencia.
Paisaje quemado
Para los ucranianos sitiados en Mariúpol y en otras ciudades, las declaraciones de Rusia sobre las negociaciones de paz no son más que palabras vacías, pues cada día son objeto de bombardeos, que los países occidentales tildaron de crímenes de guerra.
En su último mensaje de video, Zelenski afirmó que un grupo que iba por una ruta humanitaria pactada fue "simplemente capturado por los ocupantes".
"Hoy la ciudad aún tiene casi 100.000 personas en condiciones inhumanas. Es un asedio total. Sin alimento, agua, medicamentos, bajo constante bombardeo", declaró Zelenski.
Según indicó el consejo municipal en Telegram, en total, cerca de 45.000 residentes de la ciudad habrían sido evacuados.
Unas imágenes satelitales de Mariúpol suministradas el martes por la compañía privada Maxar mostraban un paisaje quemado, con varios edificios en llamas y varias columnas de humo emanando de la ciudad.
Las fuerzas ucranianas también reportaron combates "pesados" en tierra con la infantería rusa, luego de que el lunes se negaran a acatar un ultimátum de Moscú para rendirse.
Mariúpol es clave para Rusia por servir de puente terrestre entre las fuerzas rusas en Crimea, en el suroeste, y los territorios bajo control ruso en el norte y este.
Las agencias de la ONU estiman que cerca de 3.000 personas habrían muerto violentamente en esa ciudad, aunque advierten que podrían ser muchas más, pues el balance real se desconoce.
El presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, Peter Maurer, llegó este miércoles a Moscú para "continuar las discusiones humanitarias con las autoridades rusas", anunció la Cruz Roja en un comunicado.
"De golpe, ¡bum!"
En el terreno, el Ministerio ruso de Defensa reportó algunos avances en el sureste de Ucrania y aseguró haber atacado "infraestructura militar" en todo el país.
Pero Ucrania y sus aliados sostienen que las fuerzas rusas han sufrido cuantiosas bajas, están mal equipadas e incapaces de realizar operaciones complejas.
Por primera vez hay señales de que las fuerzas ucranianas están a la ofensiva, al recuperar un poblado cercano a Kiev y atacar a las fuerzas rusas en el sur del país.
En la ciudad sureña de Mikolaiv, centro de intensos combates, los habitantes dijeron estar decididos a defenderla.
Durante el entierro del soldado Igor Dundukov, Serguéi lloró al besar el cadáver de su hermano. "Apoyamos su compromiso de defender nuestra patria. Esta es nuestra tierra, vivimos aquí", declaró a la AFP.
La capital, Kiev, abandonó este miércoles el toque de queda de 35 horas decretado el lunes, después de que un bombardeo ruso devastara un centro comercial en el que al menos murieron 8 personas.
Rusia sostiene que el edificio se utilizaba para almacenar armas.
Este miércoles, un barrio residencial de Kiev situado a solo 5 km del frente, fue bombardeado. Las autoridades no notificaron ninguna víctima, pero sí importantes daños materiales.
"Acababa de volver de fumar un cigarrillo afuera cuando, de golpe, ¡bum! El techo se hundió", contó a la AFP Volodimir Ojrimenko, que reside en una de las viviendas afectadas, donde los bomberos se afanaban en extinguir las llamas.
"Perdí el conocimiento durante unos momentos y luego pude levantarme. En la casa, que compartimos dos familias, estábamos tres, con mi hermana y su esposo [...] Nadie ha muerto", explicó el hombre, jubilado, todavía impactado por el ataque pero feliz de tener solo un rasguño en la frente.
Putin amenaza "el futuro" de Rusia
La ofensiva rusa en Ucrania "se estanca pese a todas las destrucciones que provoca día tras día", consideró el miércoles el jefe de gobierno alemán, Olaf Scholz.
"Con esta guerra [Vladimir] Putin también destruye el futuro de Rusia", añadió ante el Bundestag el canciller alemán, advirtiendo de nuevas sanciones occidentales contra Moscú.
El martes, el secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó que la guerra "es imposible de ganar".
Tras sus reuniones en Bruselas, Biden visitará Polonia, que ha recibido el grueso de los más de 3,5 millones de ucranianos que huyeron de su país por la guerra.
Según funcionarios estadounidenses, el presidente también consultará a sus aliados sobre la participación de Rusia en la próxima reunión del G20, a finales de año en Indonesia.
Una asistencia que el Kremlin no pone en duda, señaló la embajadora rusa en Yakarta, Liudmila Vorobieva.
Poco antes, China se había pronunciado en contra de que Rusia sea excluida de la reunión, apuntando que "Rusia es un importante país miembro (del G20) y ningún miembro tiene derecho a expulsar a otro país".