Musulmanes de todo el mundo peregrinan a La Meca para el Haj
Desde los confines de un Irak en guerra o de una Nigeria afectada por la epidemia del ébola, pasando por decenas de naciones más, los peregrinos afluyen a Arabia Saudí para el Haj, la mayor concentración de musulmanes del mundo.
A partir de los primeros días de octubre, casi dos millones de fieles visitarán La Meca, en el oeste de Arabia Saudí, en el recogimiento una tradición que data de hace 14 siglos. "Es como un sueño, un momento que jamás olvidaré", confía Kazim Ibrahim, de 69 años de edad, a su llegada a la ciudad sagrada. Este iraquí realiza el Haj mientras los 'yihadistas' del grupo ultrarradical Estado Islámico (EI) controlan una parte de su país, así como de la vecina Siria, y cuyos actos execrables y violentos han provocado la repulsa e indignación del mundo entero.
El rey Abdalá de Arabia Saudí, uno de los países árabes integrados en la coalición internacional encabezada por Estados Unidos contra el EI, acusó a los 'yihadistas' de pervertir el islam, "una religión de unidad, fraternidad y ayuda mutua".
Amenaza de epidemias
Arabia Saudí, donde se encuentran los lugares sagrados de La Meca y Medina, deberá controlar el flujo de peregrinos, máxime cuando planea la amenaza de dos epidemias: la del ébola y la del coronavirus MERS, cuyo primer foco en el mundo es el reino saudí.
El ébola ha provocado más de 3.000 muertos desde comienzos de este año en el oeste de África, mientras que el coronavirus MERS mató a 317 personas en Arabia Saudí desde su aparición en 2012. En junio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó vigilar esta última enfermedad, a pesar de que la cantidad de casos parece menguar.
Con centenares de miles de personas hacinadas en un espacio reducido, "el Haj constituye un factor que acentúa los riesgos de infecciones y epidemias", reconoció el ministro de Salud interino saudí, Adel Faqih, cuyo ministerio instaló en el lugar un centro para coordinar las acciones preventivas durante esta festividad. Asimismo, Fuad Husein Sindi, responsable del ministerio en el aeropuerto Rey Abdel Aziz de Yedá, puerta de entrada a La Meca, señaló que se movilizaron a ocho médicos para tratar cualquier enfermedad con carácter urgente entre los peregrinos.
Por su parte, el ministerio del Interior precisó que hasta el 23 de septiembre un total de 983.362 peregrinos extranjeros llegaron al país.
- Instrucciones ignoradas -
Por primera vez se instalaron 15 cámaras de aislamiento en el aeropuerto, donde ya se aisló a unas 30 personas, que padecían dificultades respiratorias severas o fiebre alta, en particular peregrinos nigerianos, como medida de precaución, indicó Sindi a AFP, si bien hasta ahora no se detectaron casos de ébola ni de coronavirus MERS.
Arabia Saudí prohibió hacer la peregrinación a ciudadanos de los tres países africanos más afectados por ébola: Liberia, Guinea y Sierra Leona. Al llegar, cada peregrino tiene que llenar un formulario en el cual debe indicar si estuvo en algún país afectado por ébola, o si estuvo en contacto con alguna persona infectada por el virus. "Ya recibimos entre 500.000 y 600.000 formularios completos", explica Sindi, subrayando que los peregrinos se muestran "muy cooperantes". Su equipo, integrado por 640 médicos, técnicos y personal sanitario, se sirve especialmente de cámaras térmicas para detectar eventuales enfermos.
La mayor preocupación reside en la higiene, subraya este responsable, quien explica que numerosos peregrinos ignoran las instrucciones de la OMS, como lavarse las manos, por ejemplo. No obstante, asegura que su equipo está capacitado para "contener la propagación de cualquier epidemia".
Según los medios saudíes, las autoridades desplegaron unos 85.000 agentes para garantizar el buen desarrollo del Haj, quinto de los llamados pilares del islam, que en los últimos años estuvo marcado por avalanchas humanas e incendios mortales.