Las estadísticas de la UE sobre inmigración y delincuencia desmienten a Trump

El presidente estadounidense, Donald Trump. / EFE
Efe
20 2018 - 11:00

Aunque el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se empeña en vincular inmigración y delincuencia y pone supuestos ejemplos de ello en la UE, las estadísticas en el bloque comunitario desmienten tal argumento.

En plena tormenta política por la separación de menores de sus padres indocumentados, Trump aseguró ayer que el crimen en Alemania ha subido el 10 % debido a la entrada de inmigrantes, pese a que las estadísticas oficiales del país europeo indican que el año pasado la criminalidad bajó el 9,6 %.

La canciller alemana, Angela Merkel, respondió a Trump: "las nuevas estadísticas sobre criminalidad fueron presentadas recientemente por el Ministerio del Interior y hablan por sí solas".

En Alemania, según las últimas estadísticas oficiales presentadas en mayo pasado, los delitos bajaron en 2017 un 9,6% por ciento, lo que representa la caída más fuerte en 25 años.

Según estas estadísticas, los delitos cometidos por extranjeros bajaron de 616.280 en 2016 a 599.357 en 2017. Y en ese grupo, los delitos cometidos por inmigrantes bajaron de 174.438 a 167.268. En Austria, donde el gobierno integra ahora la línea dura contra la inmigración, la criminalidad volvió a bajar en 2017 y en términos absolutos fue un 14 % inferior a las cifras de hace una década.

Según el Ministerio del Interior, el año pasado se denunciaron en Austria un 5 % menos de delitos que en 2016. En general, solo crecieron los delitos económicos y cibernéticos, mientras se reducían los allanamientos de domicilio, robo de vehículos y los delitos violentos.

En general, las estadísticas de los estados miembros de la UE diferencian entre delitos cometidos por los nacionales y por los extranjeros, pero no precisa el carácter de estos.

En Francia el Gobierno no contabiliza de forma separada los delitos cometidos por inmigrantes. En 2017, según los últimos datos del Ministerio del Interior, el número de actos de violencia física y sexual aumentó en 2017, frente a la cifra de robos, que bajó en comparación con el año anterior.

Los homicidios subieron un 2 % (si se excluyen las víctimas de atentados terroristas), mientras que los robos a mano armada bajaron un 3 % y los robos violentos sin armas descendieron un 5 %.

En España los delitos cometidos por extranjeros en España suponen un 23,1 por ciento del total, según los últimos datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes al cierre de 2016, aunque las cifras parciales de 2017 apuntan a que no hay apenas variación.

El porcentaje de infracciones cometidas por extranjeros respecto al total de condenas está estabilizado desde hace unos años e incluso presenta una ligera tendencia a la baja desde 2012, cuando supusieron la cuarta parte de los delitos cometidos en España.

En Italia, donde el nuevo ministro del Interior, Mateo Salvini, ha endurecido el mensaje contra el inmigrante, la población carcelaria es de 56.919 personas, de los que 19.432 son extranjeros (un 13,7 por ciento rumanos, un país miembro de la UE), según los últimos datos relativos al 2017 del Departamento de Administración Penitenciaria italiana.

En Portugal, según últimos datos oficiales, se cometieron en 2017 un total de 357.253 delitos y solo el 16 por ciento de la población reclusa era extranjera.

El Reino Unido no desglosa sus estadísticas de delincuencia en base al estatus migratorio o la etnia de los infractores.

Los últimos datos generales difundidos en abril por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS) indican que en 2017 los delitos aumentaron, pero los datos ofrecidos por el ministerio de Justicia sobre el origen de los convictos dice que en Inglaterra y Gales, de 85.500 presos un 12 % eran nacidos en el extranjero, una proporción estable desde el año 2002.

Entre los extranjeros, procedentes de 173 países, el mayor grupo eran los europeos (51 %), seguidos de los africanos (19 %) y los asiáticos (16 %).

La organización de análisis de datos FullFacts advierte de que en este país, como en otras grandes economías, la población extranjera está "sobrerrepresentada" en el sistema penitenciario, y apunta que numerosos estudios demuestran que la proporción de extranjeros en una sociedad no está relacionada con un incremento del crimen violento.

En Dinamarca, según las últimas estadísticas oficiales anuales, de 2016, el 18 % de los delitos fueron cometidos por inmigrantes o descendientes de inmigrantes, que representan a algo más del 12 % de la población.

La cifra es similar a la registrada el año anterior, sin apenas variación estadística.

En Holanda, la tasa de criminalidad se está reduciendo, según la oficina nacional de estadísticas (CBS), que señaló que en la actualidad el número de delitos denunciados está en niveles de 1980. Según la CBS, de los casi 40.000 presos existentes en 2015 en la cárceles del país, un 40% son holandeses y un 60% eran inmigrantes, en su mayoría marroquíes, surinameses, antillanos y turcos.

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