Fiscal de la trama rusa no exoneró a Trump pero se negó a acusarlo

El fiscal especial Robert Mueller
El fiscal especial Robert Mueller / EFE
Afp
24 de julio 2019 - 16:51

Robert Mueller, el fiscal especial que investigó la trama rusa en la campaña electoral de 2016 en Estados Unidos, negó este miércoles que el presidente Donald Trump esté exonerado por obstruir su investigación, aunque declinó acusarlo de cualquier delito durante su comparecencia ante el Congreso.

En una audiencia de alto impacto, Mueller dijo a los legisladores demócratas y republicanos que aunque las directivas del Departamento de Justicia impiden procesar a un presidente en funciones, en teoría Trump podría ser procesado por obstrucción de la justicia después de dejar el cargo.

Pero el fiscal especial de 74 años, con una voz temblorosa y a veces con un semblante de incertidumbre, no le dio a los demócratas lo que buscaban: una declaración que indicara claramente que Trump obstruyó la justicia, de una forma que pudiera sustentar un proceso de destitución (impeachment).

No obstante, en sus declaraciones estuvo cerca de sugerirlo, aún en mayor grado que en su informe publicado tras 22 meses de investigaciones.

"El presidente no fue exculpado por los actos que presuntamente cometió", dijo Mueller ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes.

A pesar de que Trump insistió esta semana en que no vería el testimonio, televisado en directo a nivel nacional, una vez terminado celebró diciendo que había tenido "un buen día".

"Tuvimos un buen día hoy. El Partido Republicano, nuestro país, no había argumentos para lo que Robert Mueller estaba tratando defender", dijo Trump a los periodistas.

"El presidente no puede ser procesado"

Mueller decepcionó a los demócratas que esperaban evidencias incriminatorias sobre los vínculos entre Rusia y la campaña de Trump y sobre supuestos intentos de obstrucción a la justicia del presidente.

Después de décadas en el Departamento de Justicia, Mueller, un exmarine, tenía reputación de duro, disciplinado y de ser un fiscal sin tiempo para la política.

Pero las conclusiones finales de su informe publicado en abril dejaron a muchos confundidos sobre si había implicado a Trump en presuntos delitos o no.

El informe de Mueller documenta los extensos contactos entre la campaña de Trump y los rusos, incluidos los intentos de cooperar o conspirar, ninguno de los cuales es un delito específico.

Conspiración sí, conspiración no

Mueller dictaminó al final que no había pruebas suficientes para recomendar cargos por conspiración, la principal acusación legal que podía utilizar.

El veterano fiscal también presentó en detalle 10 casos en los que Trump supuestamente trató de obstruir la investigación.

Pero dijo estar impedido de recomendar la presentación de cargos contra Trump porque las reglas del Departamento de Justicia (la fiscalía general de la nación) le prohibían acusar a un presidente en funciones.

"El presidente no puede ser procesado por un delito", dijo.

En la segunda audiencia ante el Comité de Inteligencia , Mueller confirmó que el equipo de campaña de Trump tuvo contactos cuestionables con Rusia en 2016, en parte impulsados por negocios que buscaban asegurar.

Y dijo que es "absolutamente correcto" que, a pesar de no haber acusado a los miembros de la campaña de Trump de conspiración para coludirse con los rusos, su investigación sí encontró evidencia de conspiración.

Mueller calificó como "problemático" que Trump alentara públicamente a WikiLeaks a filtrar documentos robados por Rusia de su rival demócrata Hillary Clinton.

"Problemático es quedarse corto, en términos de dar esperanzas o impulso a algo que es y que debería ser una actividad ilegal", dijo.

Con respecto a los contactos entre WikiLeaks y el hijo de Trump, Donald Jr., en esa época, Mueller dijo que eran "perturbadores".

Desmarque

En un intento de desmarcarse de la campaña presidencial que se perfila para 2020, Mueller se negó a leer en voz alta las conclusiones de su informe o a describirlas en frases completas.

Las respuestas evasivas y cortas del fiscal tampoco comulgaron con los esfuerzos de los demócratas de encontrar nuevas vetas para lastrar la reputación de Trump.

Pero Mueller fue claro a la hora de defender la integridad de su investigación, que Trump ha denostado como una "caza de brujas".

"He estado en este negocio durante casi 25 años y en esos 25 años nunca he tenido le he preguntado a alguien por su filiación política", defendió

"A mí lo que me importa es la capacidad de un individuo de hacer el trabajo y hacerlo rápido y de una forma seria y con integridad", agregó.

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