NY aprueba ambiciosa ley de reducción de emisiones de gas invernadero para edificios
El concejo municipal de la ciudad de Nueva York aprobó el jueves un texto que obligará a los rascacielos y grandes edificios a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 40% para 2030, una ley pionera en la lucha contra el calentamiento climático.
Según el texto votado el jueves, titulado "Ley de Movilización Climática", los edificios más contaminantes reducirán sus emisiones en un 40% a partir de 2024. Los otros tendrán hasta 2030. En caso contrario, estarán sujetos a fuertes multas.
Miles de edificios residenciales y comerciales de más de 2.300 m2 cubiertos por el texto representan casi un tercio de las emisiones de la ciudad, destacó el concejo en un comunicado.
Entre esos edificios figuran algunos famosos como el Empire State Building, el Chrysler o la Trump Tower -el emblemático rascacielos del presidente estadounidense. Justamente, este último edificio, donde se encuentra la compañía del gobernante, la Organización Trump, es uno de los edificios que más energía consume en la metrópoli, según la asociación ALIGN que apoyó el texto.
El presidente del concejo de la ciudad, el demócrata Corey Johnson, recibió con agrado en un mensaje de la red Twitter que la ciudad haya votado "la legislación más agresiva de reducción de gases de efecto invernadero jamás adoptada por una ciudad importante de Estados Unidos".
"Estamos al borde de un desastre climático y Nueva York está actuando", agregó. "Espero que otras ciudades la sigan", remarcó.
El alcalde de Nueva York, el también demócrata Bill de Blasio, ya prometió respaldar el texto y podría firmarlo el próximo lunes, en honor al Día de la Tierra.
El sector inmobiliario combatió el texto, que podría costarle a los propietarios unos 4.000 millones de dólares, según algunas estimaciones.
El presidente del fideicomisario de un edificio residencial con más de 400 apartamentos en el distrito de Queens, Ed Ermler, dijo que la tarea era imposible con el estado actual de la tecnología.
"No es que tengamos una varita mágica", dijo a los medios estadounidenses.