Trump critica a China por volverse 'muy hostil' y dice que ya no tiene razones para ver a Xi
Las tierras raras son fundamentales para la fabricación de todo tipo de productos, desde teléfonos inteligentes y vehículos eléctricos hasta hardware militar y componentes de energías renovables.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró este viernes que ya no considera necesaria una cumbre con su homólogo chino, Xi Jinping, criticó duramente a Pekín por sus prácticas comerciales "muy hostiles" y amenazó con aumentar aún más los aranceles a la potencia asiática.
"¡Están sucediendo cosas muy extrañas en China! Se está volviendo muy hostil", declaró Trump en una extensa publicación en su red Truth Social, en la que criticó duramente la imposición por parte de China de controles a la exportación de tierras raras, básicas para la fabricación de componentes tecnológicos.
"Tenía previsto reunirme con el presidente Xi en dos semanas, en la APEC, en Corea del Sur, pero ahora parece que no hay motivos para hacerlo", añadió en la publicación, que elaboró mientras se dirigía a un chequeo médico en un hospital militar cerca de Washington.
Trump afirmó que China había enviado cartas a países de todo el mundo detallando los controles a la exportación de "todos y cada uno de los elementos de producción relacionados con las tierras raras".
"De ninguna manera se debe permitir que China mantenga al mundo 'cautivo', pero ese parece haber sido su plan desde hace bastante tiempo", escribió Trump.
Las tierras raras son fundamentales para la fabricación de todo tipo de productos, desde teléfonos inteligentes y vehículos eléctricos hasta hardware militar y componenetes de energías renovables.
China domina la producción y el procesamiento de estos materiales.
"Una de las políticas que estamos evaluando en este momento es un aumento sustancial de los aranceles sobre los productos chinos que entran en Estados Unidos", declaró Trump, añadiendo que estaba considerando "muchas otras medidas".
Calificó el enfoque de China como una estrategia para construir posiciones de monopolio sobre imanes y otros elementos, calificándolo como "una acción bastante siniestra y hostil, como mínimo".
Añadió que no había hablado con Xi sobre el asunto.