El papa Francisco llega a Bangladesh
El papa Francisco llegó hoy en visita oficial de tres días a Bangladesh, un país de amplia mayoría musulmana, procedente de la vecina Birmania (Myanmar), en un viaje que estará marcado por la crisis de refugiados rohinyás.
El Papa llegó al aeropuerto internacional de Dacca al filo de las 15.00, hora local (9.00 GMT), donde fue recibido con honores por el presidente de Bangladesh, Abdul Hamid, y una ceremonia en la que sonaron los himnos protocolarios.
Francisco, que permaneció en el aeropuerto alrededor de 20 minutos, también presenció una actuación musical, con el baile tradicional de un grupo de niñas.
El papa llega a Dacca en la segunda visita a Bangladesh de un pontífice desde la independencia del país en 1971, tras la del papa Juan Pablo II en 1986.
Precisamente el pontífice hará su primera parada en Bangladesh en el Memorial de los Mártires en Savar, a las afueras de la capital, donde se rinde tributo a los caídos en esa contienda.
A continuación Francisco se desplazará al museo del Padre de la Nación Bangabandhu ("Amigo de Bengala"), un apelativo con el que se conoce a Sheikh Mujibur Rehman, primer presidente de Bangladesh asesinado en un golpe militar en 1975 y padre de la actual primera ministra, Sheikh Hasina.
El segundo día, parte central del viaje, el Papa oficiará una misa ante alrededor de 80.000 fieles en el parque Suhrawardy Udyan, donde serán ordenados además 16 sacerdotes.
Durante esa jornada, el Papa tiene previsto reunirse con la primera ministra y encabezar un acto interreligioso y ecuménico por la paz en el Arzobispado de Dacca, entre otros actos.
Es en ese acto interreligioso donde se espera que el Papa se reúna con un grupo de refugiados rohinyá, parte de los más de 620.000 miembros de esta minoría musulmana huidos de la vecina Birmania tras el estallido de violencia del pasado 25 de agosto.
Durante su viaje en Birmania, Francisco evitó referirse explícitamente a los rohinyá, con llamadas generales a la reconciliación del país, y la defensa de las minorías y los derechos humanos, para evitar algún tipo de represalia contra los católicos.
En Bangladesh, sin embargo, es ese aspecto del viaje el que genera más expectación entre la mayoría musulmana, deseosos de que el papa se posicione claramente del lado de los rohinyá.