Pequeñas luces de esperanza en el túnel de las negociaciones sobre el nuclear iraní

Secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry y el jefe de Departamento de Estado Jon Finer se reúnen con miembros de la delegación estadounidense en el jardín del hotel Palais Coburg donde se realizan las conversaciones nucleares con Iran en Viena, el 10 de julio de 2015. / AFP
Afp
10 2015 - 15:24

El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, ofreció el viernes algunas luces de esperanza a las negociaciones sobre el programa nuclear iraní, al mencionar la solución de "algunos" asuntos pendientes, cuando siguen ampliándose los plazos de las negociaciones.

Kerry y su homólogo de Teherán, Mohamad Javad Zarif, se volvieron a reunir este viernes, tras dar a entender el jueves que no es inminente un acuerdo sobre el nuclear iraní.

Kerry dijo que se han logrado algunos progresos en las duras negociaciones con Irán sobre el programa nuclear y afirmó que hay un ambiente "constructivo".

"Creo que hemos resuelto algunos de los asuntos que estaban pendientes y que hemos hecho algunos progresos", aseguró Kerry a un grupo de periodistas en Viena.

Tras varios encuentros a lo largo del día, "la atmósfera es muy constructiva", afirmó, añadiendo que, pese a que "aún quedan un par de asuntos muy difíciles, vamos a discutirlos en un plazo muy corto de tiempo -esta noche y mañana".

La Unión Europea volvió a extender este viernes, por segunda vez este mes, la suspensión de las sanciones contra Irán hasta el próximo lunes para dar más tiempo a las negociaciones de Viena a un acuerdo sobre el programa nuclear iraní, indica un comunicado.

"Para dar más tiempo a las negociaciones en curso cuyo fin es alcanzar una solución de largo plazo a la cuestión nuclear iraní, el Consejo extendió hasta el 13 de julio de 2015 la suspensión de las medidas restrictivas de la UE", indicó en un comunicado.

Las conversaciones, iniciadas hace casi dos años y que debían finalizar el pasado 30 de junio, ya han sido prolongadas en dos ocasiones por la persistencia de desacuerdos fundamentales.

"Estamos consiguiendo avances, pero es penosamente lento (...) aún quedan algunas cuestiones por resolver", declaró este viernes el ministro de Relaciones Exteriores británico, Philip Hammond, tras reunirse con sus homólogos de Irán y del grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania) en Viena.

"Confío en nuestros negociadores, que trabajan con los iraníes para aclarar un poco más el texto en las próximas 12 horas, y confío en que podamos reunirnos otra vez mañana (sábado) para ver si conseguimos superar los últimos obstáculos", añadió Hammond.

Irán y el grupo 5+1 llevan dos semanas negociando en la capital austríaca para intentar cerrar un acuerdo que ponga fin a unas tensiones que perjudican las relaciones internacionales desde hace más de 12 años.

Los ministros de Relaciones Exteriores han renunciado a alcanzar un acuerdo antes del viernes 10 de julio a las 04H00 GMT, lo que habría permitido el examen de un texto en el Congreso estadounidense antes de las vacaciones parlamentarias.

"Si las decisiones difíciles no se toman, estamos totalmente preparados para poner punto final a este proceso", dijo Kerry el jueves en la capital austriaca, añadiendo que las conversaciones no son "indefinidas", pero que tampoco hay que "precipitarse" para llegar a un acuerdo.

Zarif aseguró, por su parte, que está dispuesto a quedarse en Viena "tanto como sea necesario", aunque lamentó las "demandas excesivas" y los "cambios de postura" de las potencias occidentales.

La hipótesis de una 'pausa'

El acuerdo pretende garantizar que el programa nuclear de Teherán no pueda tener usos militares, a cambio de un levantamiento de las sanciones internacionales que asfixian la economía del país desde hace años.

Los negociadores tienen tres posibilidades si no se alcanza un acuerdo durante el día: una nueva prórroga de las conversaciones en Viena, una declaración de fracaso -considerada como poco probable por los observadores- o un aplazamiento de las negociaciones, una hipótesis que ha sido un tabú durante mucho tiempo.

Una prolongación o un aplazamiento implicarían una nueva prórroga del acuerdo marco firmado en noviembre de 2013, que bloqueó parcialmente algunas sanciones occidentales a cambio de la suspensión de ciertas actividades nucleares de Teherán.

A pesar de los avances conseguidos, que todos reconocen, aún quedan varias cuestiones por resolver.

Teherán exige, por ejemplo, el levantamiento de las restricciones sobre las armas y sobre su programa balístico, una de las medidas que adoptó en 2006 el Consejo de Seguridad de la ONU. Irán argumenta que ese embargo no tiene nada que ver con el programa nuclear.

Moscú aportó el jueves su respaldo a las peticiones iraníes al respecto, pidiendo el levantamiento de ese embargo "tan pronto como sea posible". Un responsable de Teherán añadió que China también apoyaba esa medida.

Los occidentales, que admiten que cada país tiene derecho a un programa militar convencional, se oponen, sin embargo, a un levantamiento del embargo sobre las armas debido al contexto regional.

Otros de los principales escollos son el calendario y el ritmo para levantar las sanciones y la inspección de las instalaciones iraníes por Naciones Unidas.

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