Los principales obstáculos del acuerdo EEUU-Rusia sobre Siria

El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y el ministro de Relaciones Exteriores ruso,  Sergei Lavrov
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov / Foto/AFP
Afp
10 de septiembre 2016 - 15:48

La aplicación del plan de tregua ruso-estadounidense en Siria, anunciado el viernes, no será fácil dada la profunda desconfianza entre el régimen y los rebeldes, la alianza de éstos con yihadistas considerados "terroristas" y la multiplicidad de actores en el conflicto.

Años de desconfianza

Desde hace cinco años, varios acuerdos de tregua fueron anunciados, y violados poco después. El régimen y los rebeldes se han acusado mutuamente de no respetarlos.

El 27 de febrero, se produjo un primer acuerdo de tregua ruso-estadounidense que dejó de ser respetado al cabo de algunas semanas, especialmente en Alepo (norte), principal frente del conflicto.

La oposición, que exige desde hace cinco años la salida del presidente Bashar Al Asad, expresó sus dudas sobre la voluntad del régimen de respetar el nuevo acuerdo que prevé un alto el fuego.

"(...) No podemos contar con el régimen" dijo Bassma Kodmani, miembro de la oposición a Asad.

Para esta oposición, únicamente Rusia, aliada del gobierno sirio, puede obligar a éste a respetar el acuerdo.

El régimen, que considera a todos los grupos rebeldes como "terroristas", no ha reaccionado oficialmente al acuerdo. Pero en Ginebra el ministro ruso de Exteriores, Sergueï Lavrov, afirmó el viernes que el gobierno sirio había sido informado de las cláusulas del acuerdo y que iba a "respetarlas".

Pero según Charles Lister, investigador en el Middle East Institute, la rebelión tiene "muy pocas esperanzas en un cese de hostilidades a largo plazo".

Alianza rebeldes-yihadistas

Según la segunda parte del acuerdo, rusos y norteamericanos podrían llevar a cabo bombardeos conjuntos contra los yihadistas. Para ello, Washington debe convencer a los grupos rebeldes que son aliados de las formaciones yihadistas que se separen de éstas.

El principal aliado yihadista de los rebeldes es el Frente Fateh al Sham, ex-Frente al Nosra, que renunció a su afiliación con Al Qaida, pero sigue siendo considerado como un grupo "terrorista" por Moscú y Washington.

Kodmani considera que ante una ofensiva del régimen "las fuerzas rebeldes están obligadas a aliarse con los grupos radicales" pero que en caso de alto el fuego, estos grupos se hallarían "marginados".

No obstante según los analistas, será muy difícil para los rebeldes distanciarse de sus compañeros de armas de Fateh al Sham, un grupo bien organizado y armado que sigue siendo un pilar militar en cualquier batalla contra las tropas del régimen.

Para los insurgentes, alejarse de Fateh al Sham "significaría de hecho que van a ceder terreno ante el régimen" y por ello "será muy difícil hacerles cambiar de opinión", destaca Lister.

Múltiples actores

Aunque los dos principales actores internacionales del conflicto han acordado este plan nada indica que los 'padrinos' regionales del régimen y de la rebelión estén de acuerdo con él.

Turquía, que apoya a la oposición pero se ha acercado recientemente a Rusia, se felicitó por el anuncio ruso-estadounidense. Pero ¿qué ocurrirá con Arabia Saudí, que apoya a los rebeldes, o con Irán, aliado del presidente Asad?

"Teherán (...) podría entorpecer el acuerdo" opina Lister.

Y en lo que respecta al reino saudí, éste no deja de insistir en que cualquier acuerdo pasa por la salida del poder de Asad, cuyo destino futuro es la principal dificultad en todas las negociaciones sobre el conflicto sirio.

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