¿Santa o villana? Las investigaciones que cuestionan a la Madre Teresa de Calcuta
Las Misioneras de la Caridad es el nombre de la orden religiosa fundada por la Madre Teresa de Calcuta. Una mujer venerada en los altares de la Iglesia católica por su entrega desinteresada en beneficio de los más necesitados. Algo que es cuestionado por algunas personas que han realizado investigaciones y que han vivido dentro de la congregación.
Hablar de la Santa Madre Teresa de Calcuta dentro de los círculos de fe de la Iglesia católica es encontrarse con un testimonio de vida de sacrificio y amor por los pobres y marginados; sin embargo, investigaciones y testimonios revelados en el podcast The Turning: The Sisters Who Left, cuestionan a esta figura elevada a los altares en el año 2016.
La congregación “Misioneras de la Caridad”, fundada por la Madre Teresa es duramente cuestionada por Mary Johnson en el podcast que se publicó el 18 de mayo. Johnson habla con autoridad, pues pasó 20 años de su vida dentro de este grupo religioso al que se atreve a llevar a un comparativo de “secta religiosa”. Un término pesado en nuestros días.
La protagonista de la historia que fue citada en una columna de opinión del New York Time, aseveró que intento escapar de los abusos psicológicos y restricciones a la libertad. Su hazaña no fue posible y pudo salir de las Misioneras de la Caridad a través de mecanismos legales.
Pasamos hasta 10 años sin ver a nuestros familiares”.
El testimonio de Jonhson se suma al de otras investigaciones que se han hecho en torno a la figura de la Madre Teresa. Un médico nacido en Calcuta (India) de nombre Aroup Chatterjee arremetió contra lo que calificó de “crueldad” dentro de los hogares de las Misioneras de la Caridad. “Niños atados a las camas en un orfanato de las Misioneras de la Caridad y a pacientes a los que solo se les daba aspirina para mitigar sus dolores en la Casa de los Moribundos”, es parte de lo que reseña la publicación.
Mientras que el escritor Christopher Hitchens señaló a la Madre Teresa de “demagoga, oscurantista y sierva de los poderes terrenales” en su libro The Missionary Position.
Una frase que recuerdan quienes formaron parte de las misioneras era que “para que el amor sea real, tiene que doler”. Expresión que se hacía realidad cuando eran obligadas a azotarse.
“Es extraña la manera en la que estás completamente aislada de tu familia”. Al hablar de su experiencia, Colette Livermore (exintegrante de las Misioneras de la Caridad) utilizó el término “lavado de cerebro”.