Secretario de Unasur plantea reunión de presidentes de Colombia y Venezuela por crisis
El secretario general de la Unasur, Ernesto Samper, invitó el miércoles a los presidentes de Colombia y Venezuela a reunirse para tratar la crisis fronteriza y diplomática entre los dos países, que ha dejado 1.100 colombianos deportados en las últimas dos semanas.
El secretario general de la Unasur, Ernesto Samper, invitó el miércoles a los presidentes de Colombia y Venezuela a reunirse para tratar la crisis fronteriza y diplomática entre los dos países, que ha dejado 1.100 colombianos deportados en las últimas dos semanas.
"Formulo una invitación cordial a los presidentes Juan Manuel Santos y Nicolás Maduro para que (...) se reúnan en un sitio emblemático para poner fin a las diferencias", señaló Samper en un comunicado difundido por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), cuya sede está en Quito.
El también expresidente colombiano (1994-1998) planteó el encuentro bilateral después de que Colombia descartó acudir a la Unasur para discutir la crisis, tras su fallida convocatoria a una cita de cancilleres del organismo esta semana.
Samper mencionó que su propuesta surge justamente a raíz de que "parecen haber sido descartados los escenarios hemisféricos para solucionar el conflicto".
Además de no concretarse la reunión extraordinaria en la Unasur, Colombia fracasó en su intento de llevar la crisis por los deportados a nivel de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Samper no especificó el lugar donde se realizaría la reunión entre los presidentes de Colombia y Venezuela.
Sin embargo, dijo que el bicentenario de la firma de la Carta de Jamaica - una de las epístolas más famosas del héroe independentista Simón Bolívar, suscrita el 6 de septiembre de 1815 - sería una "buena oportunidad para construir esta nueva etapa de relaciones".
La crisis fronteriza inició el 19 de agosto, cuando Caracas ordenó el cierre de una parte de la frontera con Colombia tras un ataque de desconocidos a militares venezolanos que realizaban una operación anticontrabando.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, justificó el cierre como parte de una ofensiva contra paramilitares colombianos que se financian con el contrabando fronterizo y pretenden, según el mandatario, desestabilizar a su gobierno.
Desde entonces, unos 1.100 colombianos han sido deportados, mientras que otros 10.000 han cruzado la frontera por temor a ser expulsados, separados de sus familiares y perder sus pertenencias, según la Organización de Naciones Unidas (ONU).
La crisis se profundizó después de que ambos países llamaron a consultas a sus embajadores el 27 de agosto.