Ejecutivos de constructora brasileña Camargo Correa condenados a 15 años de prisión por escándalo Petrobras
La justicia de Brasil condenó este lunes a los principales directivos de la constructora Camargo Correa por su participación en el monumental fraude a la estatal Petrobras.
Según el fallo del juez Sergio Moro que tramita la causa, el exdirector presidente de Camargo Correa, Dalton Avancini y Eduardo Leite, exdirector vicepresidente, fueron condenados a 15 años y 10 meses de reclusión por corrupción activa, lavado de dinero e integrar una organización delictiva.
Pero como ambos cuentan con el beneficio de haber firmado un acuerdo de colaboración con la justicia, podrán cumplir su sentencia bajo arresto domiciliario.
Joao Auler, expresidente del consejo de administración de la constructora fue condenado a nueve años y seis meses de prisión efectiva por corrupción activa.
Avancini y Leite pasaron algo más de cuatro meses en prisión antes de entrar a un régimen de reclusión domiciliaria con uso de tobillera electrónica. A partir de 2016 seguirán su condena en un esquema semiabierto con cumplimiento de tareas comunitarias y dos años después terminarán sus castigos bajo un régimen abierto.
El texto del magistrado detalla que los sobornos por los contratos ganados por Camargo Correa en las refinerías Geulio Vargas y Abreu y Lima sumaron 50 millones de reales (unos 15,6 millones de dólares) y ordenó confiscar bienes por ese valor para resarcir a Petrobras, que perdió más de 2.000 millones de dólares por este fraude.
"A pesar de que Camargo Correa es una de las gigantes de la construcción civil, se trata de negocios y valores incluso relevantes para esa empresa", escribió Moro en su fallo.
El grupo facturó 26.071 millones de reales en 2014 (unos 8.147 millones de dólares) y entre sus numerosos negocios figura como uno de los 10 mayores productores de cemento del mundo.
"La Constructora Camargo Correa reitera que desde que tomó conocimiento de las investigaciones, más allá de haberse puesto a disposición de la autoridades, ha realizado esfuerzos para identificar y eliminar irregularidades, reforzando su gestión corporativa y sus sistemas de control", dijo la empresa en un comunicado divulgado por la tarde.
El fraude
El texto de Moro describe resumidamente la actuación de la compañía en la trama de negociados que se enquistó en Petrobras durante más de 10 años: "grandes contratistas de Brasil, entre ellas Camargo Correa, formaron un cartel a través del cual habrían frustrado sistemáticamente las licitaciones de Petrobras (...) En reuniones previas a las subastas, definían la empresa vencedora".
"A las demás les correspondía dar cobertura a la ganadora que había sido definida con anterioridad, por lo que dejaban de presentar sus ofertas en la licitación o presentaban deliberadamente una propuesta con un valor superior", añadió.
Para eso, pagaban ilegalmente entre 1% y 3% del valor de los contratos a los directores de la petrolera, que luego pasaban a engrosar fortunas personales y a financiar partidos políticos. Un exgerente de Petrobras, confesó públicamente haber desviado a sus cuentas en Suiza casi 100 millones de dólares.
Esta es la primera sentencia dictada contra empresarios involucrados en la red de corrupción montada para manipular las licitaciones de Petrobras, que ya envió a prisión a los presidentes de los gigantes de la construcción Odebrecht y Andrade Gutierrez.
Por la misma causa fueron sentenciados el exdirector de Abastecimiento de la petrolera, Paulo Roberto Costa, quien al igual que el cambista Alberto Youssef ya tenía una condena por otra denuncia dentro del mismo caso, y Jayme Alves de Oliveira, un agente policial involucrado en la operación fraudulenta que fue condenado a dejar la fuerza.
La llamada "Operación Lava Jato" (lavadero de autos) destapó el gigantesco fraude en 2014 y motivó la apertura de investigaciones sobre 13 senadores, 22 diputados y dos gobernadores en funciones, un verdadero sismo político que ya está dejando sus cicatrices.
La semana pasada, la fiscalía -con aval de la corte suprema- allanó propiedades del expresidente y actual senador Fernando Collor e incautó tres vehículos de lujo de una de sus casas en Brasilia. La acción motivó una airada defensa del Senado.
Poco después, la publicación del testimonio de otro de los investigados que confesaron sus crímenes para atenuar sus condenas indicó que el poderoso presidente de la cámara baja, Eduardo Cunha, había pedido un soborno de cinco millones de dólares, lo que terminó de impulsarlo a abandonar la coalición de gobierno y pasar a la oposición.