Glas, agobiado por denuncias de corrupción, asegura que no huirá de Ecuador

El vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, agobiado por denuncias de corrupción, que incluyen el escándalo Odebrecht, afirmó este viernes que no dimitirá ni huirá del país y que encarará los procesos judiciales que le surjan, pues dijo ser inocente y víctima de un complot en su contra.

En una charla con periodistas en su despacho, Glas dijo ser también víctima de un linchamiento por parte de grupos opositores y sectores de la prensa críticos a él y aseguró que no hay pruebas sobre los supuestos delitos de los que se le acusa.

"Yo no voy a huir. Prefiero ir a la cárcel siendo inocente que huir como un cobarde sin tener responsabilidad alguna en los hechos que quieren imputarme", afirmó.

La Fiscalía ecuatoriana, en una investigación por asociación ilícita relacionada con el caso Odebrecht, ha vinculado a dieciocho personas incluido Glas.

El vicepresidente, sobre la vinculación de su tío Ricardo Rivera en la trama de sobornos de Odebrecht, dijo que cada cual debe responder sobre sus actos y por haberse tomado el nombre suyo sin su autorización.

Sin embargo, opinó que hay la posibilidad de que se estén "forjando pruebas" para forzar su procesamiento, aunque afirmó que confía en la justicia de su país.

También rechazó el testimonio de un exdirectivo de Odebrecht en Ecuador, José Conciencao Santos, quien afirmó que había pagado coimas a Rivera y por intermedio de él a Glas.

El segundo mandatario tildó a Conciencao Santos de "corrupto confeso" y dijo de él, en forma sarcástica: "Es tan corrupto que dice que es honesto".

El problema con Conciencao Santos, añadió Glas, es que representó los intereses de una compañía brasileña que ha enfilado una versión en su contra, debido a que fue él el que decidió expulsarla del país en 2008 y cancelar pagos pendientes por 100 millones de dólares.

Criticó que la Procuraduría (Defensa del Estado) se haya sumado ayer jueves como acusadora particular contra los dieciocho investigados, incluido el Vicepresidente, aunque admitió que esa entidad está en su derecho de hacerlo.

En diciembre pasado, el Departamento de Justicia de Estados Unidos informó de que la constructora Odebrecht había pagado 788 millones de dólares en sobornos en 12 países de América Latina y África.

Ese informe indicaba que en Ecuador, entre 2007 y 2016, la firma brasileña presuntamente pagó sobornos por valor de más de 35,5 millones de dólares a "funcionarios del Gobierno", lo que supuestamente le generó unos beneficios de más de 116 millones de dólares.

Información de esa investigación relacionada con Ecuador fue proporcionada por EEUU a la Fiscalía en Quito esta misma semana.

Glas aseguró que esa información aparentemente no contiene pruebas que lo vinculen con la trama de sobornos de la firma brasileña.