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Perú, uno de los mayores productores mundiales de cocaína, registró en 2024 una disminución de más de 3% en la superficie cultivada de coca en comparación con el año anterior, según un informe anual de la Comisión Nacional para el Desarrollo y la Vida sin Drogas (Devida).
La superficie total cultivada se situó en 89.755 hectáreas, frente a las 92.784 hectáreas de 2023, lo que representa una reducción de 3.029 hectáreas, indicó el reporte de Devida.
Al mismo tiempo, se erradicaron 26.475 hectáreas de cultivos ilegales, un aumento del 17% comparado con 2023. Este es el nivel más alto en ocho años, según el informe.
A pesar de la magnitud de las destrucciones, la disminución neta sigue siendo limitada debido a la replantación en otras áreas, que suelen ser más aisladas, como las zonas fronterizas de la Amazonía peruana.
"Es el segundo año consecutivo de descenso tras ocho años de aumento continuo, durante los cuales alcanzamos un pico de 95.000 hectáreas" de superficie cultivada, indicó en una conferencia de prensa el presidente de Devida, Carlos Figueroa.
"Es una buena noticia (...) mientras el mercado atraviesa un momento de muy alta demanda", destacó Leonardo Correa, coordinador regional de la ONUDC.
Perú, junto con Colombia y Bolivia, está entre los principales productores de cocaína en el mundo, según Naciones Unidas.
Las autoridades peruanas estiman que el país produce alrededor de 400 toneladas anuales de esta droga.
En 2024, aproximadamente 100 toneladas de drogas fueron incautadas e incineradas, según la policía, que desmanteló 119 organizaciones criminales relacionadas con el tráfico de drogas.
El cultivo de la hoja de coca es legal en Perú cuando está destinado a usos tradicionales o medicinales, pero el 90% de la producción anual está dedicado al tráfico de drogas. Aproximadamente seis millones de peruanos utilizan legalmente la hoja de coca, según Devida.