Récord de participación en protestas contra Rousseff
Las manifestaciones del domingo contra el Gobierno brasileño reunieron a más de 3,6 millones de personas y congregaron la mayor participación en la historia del país, según cálculos de la Policía militar divulgados hoy lunes.
Las protestas, que se desarrollaron en más de 300 ciudades de los 26 estados del país y del Distrito Federal de Brasilia, reclamaron la destitución de la presidenta, Dilma Rousseff.
El recuento de la policía militar, recopilado por el portal de noticias G1, de la red Globo, no incluye las cifras de participación de algunas ciudades que no fueron informadas por las autoridades, como las de Río de Janeiro, donde los organizadores calculan que un millón de personas salió a las calles en el barrio de Copacabana.
En Sao Paulo, donde se realizó la mayor concentración, la Policía informó que en el acto de la céntrica Avenida Paulista participaron al menos 1,4 millones de personas.
Las cifras son aún más altas según los organizadores, que estiman que 6,8 millones de personas se movilizaron este domingo para protestar contra el Gobierno, casi el doble de los cerca de tres millones que participaron en las manifestaciones contra el Ejecutivo convocadas el 15 de marzo del pasado año.
El Instituto Datafolha, que calculó en 500.000 el número de participantes en la Avenida Paulista, señaló que la movilización de este domingo superó las realizadas en el mismo lugar a mediados de la década del ochenta para respaldar a los movimientos que luchaban contra la dictadura militar (1964-1985).
La jornada de protestas convocada por grupos sociales asociados a la oposición se convirtió en una contundente muestra del malestar que existe en el país y reflejó la caída en picado de la popularidad de Rousseff, que recientes encuestas cifraron en torno al 10 % y cada día parece mas acorralada por una creciente crisis política y económica.
Aunque en todas las manifestaciones realizadas en cientos de ciudades del país se apoyó un juicio político contra Rousseff, el acto más simbólico ocurrió en Brasilia, donde unas 100.000 personas, según la Policía, se plantaron frente al Congreso en respaldo al proceso.
Las protestas también se dirigieron contra su antecesor y padrino político, Luiz Inácio Lula da Silva, ridiculizado por miles de personas con unos muñecos que lo mostraban con traje de presidiario.
Lula, acusado formalmente de delitos de corrupción, ha sido llevado a declarar en forma coercitiva a una comisaría y esta semana la Fiscalía de Sao Paulo pidió su detención preventiva, aunque la Justicia aún no se ha pronunciado.
El oficialista Partido de los Trabajadores (PT) ha convocado para el próximo viernes en todo el país movilizaciones en apoyo del Gobierno y en rechazo a lo que consideran "maniobras golpistas" contra la mandataria.