El Senado brasileño tiene un nuevo presidente bajo sospecha
El Senado brasileño eligió hoy como su nuevo presidente a Eunicio Oliveira, sospechoso de haber participado en hechos de corrupción y quien sustituye a Renán Calheiros, quien desde diciembre pasado es reo por esa misma causa ante el Supremo.
Las autoridades parlamentarias son renovadas cada dos años en el país y en esta ocasión se repitió un hecho que sucede desde 2006 y es que el nuevo presidente es miembro del influyente Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que lidera el mandatario Michel Temer.
Oliveira tiene casi dos décadas de vida parlamentaria y tuvo como único contrincante al senador José Medeiros, del Partido Social Democrático (PSD) y también de la base política de Temer, a quien se impuso en la elección interna con 61 votos frente a 10, con igual número de abstenciones.
El nuevo presidente del Senado, de 64 años, asume el cargo bajo sospecha, pues la prensa local sostiene que ha sido acusado por exdirectores del grupo Odebrecht de recibir comisiones ilegales para influir en decisiones legislativas que favorecieron a la empresa.
Esas supuestas acusaciones figurarían entre los testimonios que 77 exdirectores de la empresa prestaron ante la justicia en el marco de un proceso de cooperación judicial relacionado a la investigación de la vasta red de corrupción que operó en la estatal Petrobras.
Esas declaraciones ya han sido aceptadas por la Corte Suprema y continúan bajo un estricto secreto judicial, por lo que aún no se ha podido comprobar si Oliveira figura realmente entre los acusados por los exdirectivos de Odebrecht.
Sin embargo, el contenido de esas declaraciones pudiera ser hecho público en los próximos días, con lo cual acabaría la intriga que existe en relación al nuevo presidente del Senado.
En su primer discurso como jefe del Senado, Oliveira no aludió a esas acusaciones, pero pidió "unidad" a los legisladores y una lucha "puntual" contra la corrupción.
Según la prensa local, las delaciones de Odebrecht pueden afectar incluso al propio presidente Temer y a algunos de sus ministros, que habrían recibido dinero de la corrupción para campañas electorales, con lo que el escándalo pudiera cobrar dimensiones insospechadas.
Pese a las dudas sembradas por la prensa sobre su posible vínculo con asuntos de corrupción, en la elección de hoy Oliveira tuvo el apoyo de la base política de Temer y también de la mayoría de los diez senadores del Partido de los Trabajadores (PT).
La principal fuerza de oposición votó dividida, pero siete de sus diez senadores respaldaron a Oliveira, lo que generó un principio de crisis en el partido de la expresidenta Dilma Rousseff, destituida en agosto pasado y sustituida desde entonces por Temer.
Tras la elección en el Senado, este jueves será la Cámara de Diputados la que renovará a sus autoridades, en un proceso para el que aparece como principal favorito el actual presidente del órgano legislativo, Rodrigo Maia, también de la base política de Temer.
Su candidatura, sin embargo, no tiene pleno respaldo en la base oficialista y algunos partidos que integran la coalición de Temer han solicitado a la Corte Suprema que impida la reelección de Maia.
La demanda se apoya en que Maia no podría postular para un nuevo período al frente de la Cámara de Diputados, pues las normas de ese órgano legislativo impiden expresamente la reelección para otro período, al menos en forma consecutiva.
La defensa de Maia afirma que su caso es particular, pues asumió la presidencia de la cámara en julio pasado, tras la destitución del diputado Eduardo Cunha, quien ocupaba ese cargo y perdió su escaño por asuntos de corrupción que le han llevado a la cárcel.
Más allá de ese enredo jurídico, Maia está en la misma situación que el senador Oliveira, pues la prensa local también sostiene que fue acusado por exdirectivos de Odebrecht de haber recibido dinero en forma ilegal para sus campañas electorales.
Las nuevas autoridades del Parlamento asumirán formalmente sus cargos este jueves, tras la elección en la Cámara de Diputados y en una ceremonia en la que inicialmente está prevista la participación de Temer.