Tillerson busca en la ONU endurecer respuesta contra Corea del Norte

Tillerson busca en la ONU endurecer respuesta contra Corea del Norte / AFP
Afp
28 2017 - 09:39

El secretario de Estado Rex Tillerson preside este viernes una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para buscar una respuesta más dura contra Corea del Norte y aumentar la presión sobre China para que controle a su aliado.

Es el bautizo de fuego para el discreto Tillerson, quien encabeza en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York su primera reunión ministerial de los 15 miembros del Consejo dedicada a la crisis con Pyongyang.

Después prevé reunirse con su homólogo chino Wang Yi.

Como una señal de la urgencia para Estados Unidos, cuyos territorios como Hawai o la costa noroeste podrían ser alcanzados por misiles de Corea del Norte, Tillerson indicó este viernes que su país no excluye un diálogo directo con ese país.

"Obviamente, esa sería la manera que nos gustaría resolver esto", dijo Tillerson, dijo en una entrevista con la radio pública NPR.

Pero Pyongyang "debe estar listo para hablar con nosotros sobre la agenda correcta", esto es la desnuclearización de la península coreana y no solo un congelamiento de su programa nuclear, agregó.

Pyongyang se había comprometido en 2003 a participar en negociaciones en con Corea del Sur, Japón, Rusia, Estados Unidos y China, pero estas conversaciones fracasaron en 2009 y el gobierno de Barack Obama no dejó de emitir sanciones y guiños para relanzar las charlas durante los siguientes ocho años.

Pero el régimen comunista multiplicó sus ensayos de misiles balísticos, realizando incluso cinco ensayos nucleares subterráneos, de ellos dos en 2016.

Según expertos de la ONU, estas medidas punitivas han tenido poco impacto sobre Pyongyang.

Riesgo de confrontación

Tras llegar al poder el 20 de enero, el gobierno de Donald Trump bajó el tono de sus amenazas de recurrir a la fuerza y privilegió las gestiones diplomáticas, pese a que hace varias semanas Washington y Pyongyang se lanzaron amenazas de una acción militar.

El presidente estadounidense reiteró la noche del jueves su preferencia por una solución negociada, subrayando el riesgo de una confrontación militar.

"Hay una posibilidad de que terminemos teniendo un conflicto realmente mayor con Corea del Norte. Absolutamente", dijo Trump a la agencia de noticias Reuters. "Nos gustaría resolver las cosas por la vía diplomática, pero es muy difícil".

Tillerson, de su lado, estimó en la citada entrevista que Washington ha sido "muy claro sobre nuestros objetivos". "No buscamos un cambio de régimen, no buscamos un colapso del régimen, no buscamos una reunificación acelerada de la península. Lo que buscamos la desnuclearización de la península coreana", afirmó.

"Nuestro objetivo es el mismo que el de China: una desnuclearización de la península coreana", señaló.

Cualquiera sea el caso, Estados Unidos y "otros países estarían listos para ayudar (a Corea del Norte) en el camino al desarrollo económico para convertirse en un elemento estable y asegurar una Asia del noreste próspera".

Presión china

En la misma sesión del Consejo, el jefe de la diplomacia de China, Wang Yi, estimó que el diálogo con Corea del Norte es "la única opción correcta" para intentar resolver la crisis con Pyongyang por sus programas nucleares y balísticos.

"El diálogo y las negociaciones representan la única opción correcta, realista y viable", dijo el ministro de Relaciones Exteriores chino durante una reunión del Consejo de Seguridad.

Wang Yi alabó la necesidad de la "desnuclearización de la península y la conservación del régimen internacional de no proliferación nuclear" para "evitar el caos" en la región.

Como en el gobierno de Obama, el equipo de Trump cuenta con China para hacer entrar en razón a su aliado norcoreano: "Queremos ver que ellos quieren ayudarnos a ocuparnos de esta grave amenaza", dijo Tillerson.

Pese a la visible gestión diplomática, Trump provocó el jueves una polémica con su aliado Corea del Sur al sugerir que Seúl debería pagar por el escudo antimisiles estadounidense que está desplegando para contrarrestar la amenaza de Corea del Norte y cuyo costo asciende a 1.000 millones de dólares.

Los primeros elementos del sistema THAAD (Terminal High Altitude Area Defense) ya llegaron al campo de golf donde se instalará, a 250 km al sur de Seúl, lo que provocó las protestas de Pekín.

Pero Seúl respondió que según los términos de los acuerdos sobre la presencia militar estadounidense en el país, Corea del Sur provee el terreno para el sistema THAAD y las infraestructuras, mientras que Washington paga por su despliegue y su funcionamiento.

"No hay cambios a esta posición", dijo el ministerio de Defensa surcoreano en un comunicado.

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