Continúan llegando menores quemados al Hospital del Niño

En las próximas horas y días, los padres de familia deberán maximizar el cuidado de los niños porque un pequeño descuido podría acabar con la alegría de las fiestas de fin de año.

Esta es sólo una de las diversas situaciones repetitivas que ya tienen listadas en el Hospital del Niño. Para los profesionales de la salud, no es nuevo escuchar las condiciones para que un niño se queme.

Aunque en estos días de fiesta, se habla más de quemados por artefactos artificiales, la realidad es que más niños resultan con escaldaduras, es decir quemados por líquidos calientes.

Caen dentro de ollas, porque se cocina en el patio, y por estar donde no deben, sin que los padres sean conscientes del peligro.

Por experiencia, los médicos saben que cuando un niño se quema, la herida va más allá de lo físico, deja secuelas psicológicas y sociales tanto en los padres como en los niños, que perduran toda la vida.

Lo dicen los conocedores, no existe artefacto pirotécnico que sea totalmente inofensivo y que no implique riesgos.

En estos momentos, la Sala de Quemados del Hospital del Niño está a su máxima capacidad y con la esperanza de que no llegue ni uno más.

Cada caso es considerado como maltrato por negligencia y los padres pueden ser sancionados.