Uno de estos sitios es la isla de Taboga, donde desde muy temprano, quienes aguardaban para trasladarse se encontraban en el muelle de Amador, esperando a las distintas embarcaciones que los transportarían.

No llevar artículos de vidrio, ni bebidas alcohólicas son algunas de las restricciones que se impusieron para estos viajes.

Mientras, en otro punto de la ciudad de Panamá, como el Muelle Fiscal, familias hacían filas para movilizarse hacia la isla de San Miguel, entre otras.

Con información de Hellen Concepción y Fabio Caballero