Los factores de alarma que podrían ayudar a detectar un caso de abuso sexual

Abuso sexual y cómo detectarlo / TVN Noticias

Ante las denuncias y casos de violencia sexual a menores de edad que se han reportado en Panamá, la doctora en psiquiatría Melina Mancuso aseguró que urge la implementación de la educación sexual.

Asegura que la educación sexual se requiere para tratar aspectos como las partes del cuerpo, distancia social, quién puede tocar y quién no, en qué parte y en qué momento.

Por cada caso que se ventila hay una cantidad que no se conoce porque nunca se presentan las denuncias, ya sea porque se trata de un menor que no tiene poder para hacerlo o porque un padre no tiene conocimiento.

La experta asegura que entre los factores que hacen que no se descubran con facilidad los casos, en primer lugar es que a los padres les cuesta establecer vínculos y comunicación con los hijos y se vive en una era donde los padres están más periféricos, es decir que están presentes pero la mayoría del tiempo cuando llegan después de jornadas largas de trabajo están pendientes de otras cosas, que de lo que hacen o no sus hijos.

Aparte, hay una era tecnológica donde los chicos tienden a retraerse más, lo que hace más difícil para los padres establecer los vínculos necesarios y es por ello que en caso de un abuso sexual, los jóvenes primero se lo confiesan a un amigo o un docente. Es por ello que los padres, en muchos casos, son los últimos en enterarse.

Mancuso resaltó el hecho de que si bien es cierto las niñas son víctimas, los varones también son protagonistas como víctimas.

Los indicios de alarma se podrían dividir entre aquellos que propiamente demuestra el niño o la niña o aquellos que demuestra el posible perpetrador que en la mayoría de los casos, es una persona cercana y no un extraño.

Hay ciertos factores que se han reconocido, para el caso del perpetrador:

  • Ser varón.
  • Ser familiar cercano.
  • En ocasiones, padrastros, tíos o abuelos.
  • Personas que han tenido antecedentes de abusos, tanto sexual como físico. Sobre ese punto, Mancuso asegura que la violencia física en menores más que arreglar un problema, lo empeora.
  • Ser consumidor de sustancias como alcohol.

En el entorno social también se han identificado variables:

  • Las diferencias entre los géneros. El concepto social de que la mujer es más débil.
  • La vulnerabilidad que se va creando en los niños por cuestiones de cuidado.

Cuando se trata de abuso sexual en menores de 4 años, la doctora dice que se van a encontrar lesiones genitales evidentes, hematomas, infamación, desgarros.

Otros signos de abuso sexual son:

  • Dificultad para sentarse o caminar.
  • Rechazo a las actividades físicas.
  • Pesadillas o mojar la cama.
  • Cambio drástico de apetito.
  • El menor se muestra aislado o tímido.
  • Conocimiento del tema sexual.

La doctora Mancuso pide a los padres que conozcan a sus hijos y sus comportamientos y que estén alerta cuando hay un cambio de patrón en su conducta o regresión en su desarrollo.

Explica que la sexualidad no se induce, sino que se habla de ella en casa.

Recomienda que se les crea a los niños o adolescentes cuando dicen que han sido víctimas de abuso sexual, sobre todo a las mamás, que en muchos casos se niegan a creer que es verdad cuando acusan a un padrastro.

En la mayoría de los casos el perpetrador ha sido abusado, pero no es la regla.

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