Horas de desesperación vivieron pescadores de Chiriquí
Más de treinta horas de desesperación vivieron los familiares de tres pescadores deportivos, que desde la madrugada del pasado sábado fueron volcados por una ola, y naufragaron mar abierto en las costas del pacífico de Chiriquí, entre las islas Bajo Pipón y Sevilla. José Mercedes Rodríguez, Walter Dubarran y Blas Pitti, todos oriundos del distrito de Boquerón, habían salido la tarde del viernes pasado desde sus casas para hacer labores de pesca en el pacífico de Chiriquí, actividad que organizaban dos o tres veces al año por esparcimiento. La alerta del naufragio fue informada por uno de los pescadores, Blas Pitti, que logro con esfuerzo y a costa de desesperación llegar y ser arrastrado por las corrientes marinas a Isla Sevilla, en donde fue encontrado por una pareja de lugareños que lo ayudaron y dieron aviso a las autoridades. Dubarrán, dijo "que nunca perdió laesperanzamientras estuve aferrado a la boya, afortunadamente estoy bien."El Senan, en conjunto con agentes del Sinaproc y de la Autoridad Marítima de Panamá, además de dos embarcaciones con marinos expertos de Pedregal que contrato el grandes ligas Carlos “Calicho” Ruíz, iniciaron las labores de búsqueda y rescate. Todos, gracias a Dios han sido rescatados con vida, dijo Melquiades Núñez, capitán del Senan a cargo del operativo búsqueda.José Mercedes Rodríguez, uno de los desaparecidos fue ubicado pasadas las dos de la tarde cerca de Isla Pipón, a más de hora y media de Pedregal.El pescador, que se mantenía aferrado a una de las tablas de la tapa de la hielera que llevaban para meter la pesca, estaba deshidratado, desorientado pero con vida, dijo Melquiades Núñez, capitán del Senan a cargo del operativo búsqueda.Una hora más tarde, Walter Dubarran, otro de los desaparecidos, fue ubicado varias millas náuticas al este de donde estaba Rodríguez, aferrado a dos boyas, también con vida, deshidratado y a punto del desmayo. Los familiares de los náufragos dijeron estar confiados de que fue la mano de Dios y de san Miguel Arcángel, santo de Boquerón y de donde son oriundos los tres marinos, que los ayudo en este naufragio. “Nunca perdimos la fe y sabíamos que con la ayuda de Dios encontraríamos con vida a los dos amigos, esposos y compañeros”, dijo Serrano. Agradeció a los funcionarios del Senan, del Sinaproc, los bomberos, de la AMP por la ayuda facilitada.
Paramédicos del Emergencias Médicas de la Caja de Seguro Social atendieron a los dos ciudadanos y los trasladaron al hospital regional Rafael Hernández de David, porque presentaba signos de deshidratación, agotamiento y quemaduras en todo el cuerpo.