¿Qué le depara al PRD después de este domingo?

Los más altos dirigentes perredistas han lanzado este domingo la apuesta de que tras la jornada de elecciones de nuevos delegados la "unidad" será una prueba superada. Necesitan sacudirse el fantasma de discordias que, aseguran, les ha llevado a perder dos veces seguidas las elecciones, la última con el índice más bajo de respaldo en toda su historia.

El expresidente Ernesto Pérez Balladares sostiene que tras esta primera jornada de renovación interna (la siguiente y última será el 30 de octubre) su colectivo saldrá "unido" en torno a su futuro inmediato: 2019.

Para Pérez Balladares, la recuperación de su formación debe contemplar sí o sí un nuevo objetivo político. "Entre los años 90 y 94 (el objetivo) fue el cumplimiento de los tratados, ahora es la lucha contra la pobreza y la inequidad. Eso unirá a toda nuestra gente".

El exmagistrado Gerardo Solís, quien organiza el proceso electoral interno del PRD, plantea, por su parte, que tras recorrer las sendas de su partido, entiende que el mensaje es "claro". "El colectivo quiere ser oposición al Gobierno de Juan Carlos Varela".

Solís es taxativo con ese "querer" al recordar la postura híbrida de los diputados del partido en la Asamblea (una facción respalda al oficialismo y la otra no).

Pero, a juicio de Pérez Balladares, esa no es una máxima en el PRD.

"En la Asamblea hay intereses distintos a los del partido (...) entonces no creo que la palabra resquebrajados sera una definición correcta para el PRD", insiste.

Laurentino Cortizo, otra de las influyentes voces del PRD, cree que no se puede hablar de divisionismo real en un partido tan coloso como el suyo. Según el Tribunal Electoral, hasta febrero pasado el perredismo sumaba 475 mil inscritos.

La clave después de esta jornada electoral, insiste en coherencia con Solís, es saber hacer oposición. Pero, dice, "una oposición constructiva".