Los policías, la otra casta de funcionarios

Columna de opinión/Siguiendo la lógica, el decreto que firmó el presidente Juan Carlos Varela para garantizarle a cuatro altos funcionarios de su Gobierno que pudieran gozar del 100% de su jubilación como si no hubieran dejado la Policía racionalizaba el hecho de que si los sacaba de su ámbito natural le compensaba con el derecho que tienen el resto de sus colegas.

Sin embargo, también es un argumento encajado en una base totalmente cuestionable: darle jubilaciones especiales a los policías es crear una casta de funcionarios. Ninguno debería tener privilegios distintos a los de los trabajadores en general.

Eso también refleja el servilismo y debilidad del poder civil ante el armado. Es una tendencia preocupante, porque con ese tipo de privilegios los gobiernos buscan aplacar a la fuerza pública.

Y también genera otro debate: ningún funcionario policial debería trabajar en el Ejecutivo, porque ese es el poder civil, el electo, y al que deberían subordinarse. Esto deja en cierta medida a la policía como su propia autoridad.

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