El tomate combate enfermedades coronarias

El tomate combate enfermedades coronarias
El tomate combate enfermedades coronarias
Agencias Internacionales.
11 de junio 2014 - 17:36

según un estudio elaborado por científicos de la universidad de Cambridge y de la fundación de hospitales de esa institución académica,el tomate podría ayudar a prevenir y combatir enfermedades detipo coronario.

De acuerdo con esa investigaciónun poderoso antioxidante que se encuentra en los tomates podría contribuir a los beneficios para la salud.

Los expertos consideraronque una dosis diaria de salsa de tomatepodría mejorar significativamente el funcionamiento de los vasos sanguíneos en pacientes con problemas de corazón.

Por su parte, los participantes en el estudio tuvieron que tomar una píldora con un suplemento llamado "Ateronon", que tiene siete miligramos de "licopeno", la sustancia responsable del color rojo del tomate.

Ese ingrediente es diez veces más potente que la vitamina E y estudios previos han mostrado que es más efectivo si se consume en forma de puré, como la salsa de "ketchup", o con aceite de oliva.

Sin embargo, los científicos de la Universidad de Cambridge y la Cambridge University Hospitals NHS Trust -Fundación de Hospitales de la Sanidad Pública de la Universidad de Cambridge- consideraron que aún es necesario llevar a cabo más estudios para demostrar que realmente funciona.

Existen evidencias científicas que prueban que una dieta de estilo mediterráneo, rica en tomates así como en otro tipo de frutas y verduras y aceite de oliva, es beneficiosa para la salud.

Una empresa dependiente de la Universidad de Cambridge, la "Cambridge Theranostics" (CTL), elaboró su propia "píldora de tomate".

Para comprobar sus efectos, un equipo de la universidad de Cambridge reclutó a 36 voluntarios con enfermedades coronarias para someterlos a controles de salud y a los que se les dio una píldora al día, bien de tomate o bien de placebo.

Tras las pruebas,los investigadores comprobaron una mejora significativa del flujo sanguíneo del antebrazo en aquellos que tomaron la píldora de tomate frente a los que recibieron el placebo.

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