Master Chef Celebrity
En vivo
Ariel Jiménez es 100% colonense. Nacido en Portobelo, orgullosamente. Tiene 50 años, toda su vida ha vivido allí y le encanta y se siento orgulloso de sus raíces.
Esta es su historia contada en primera persona:
Yo fui pajarito como de 8 a 13 años y el pajarito es el mensajero de los congos, es como el periódico, es el que le trae todo lo que es la mensajería al rey y la reina, al palenque. El palenque viene siendo el palacio de los congos. Yo soy un artista plástico que hay aquí en Portobelo.
Tengo 26 años de estar trabajando en lo que es el arte y nosotros aquí damos clases a niños, damos clases a adultos. Nosotros estamos sembrando para que otras personas cosechen lo que es el arte. Es un proyecto con la Fundación Bahía Portobelo.
A mí me representa más lo que es el colorido. Pongo los espejos, es como para dar un realce a todos mis cuadros. Yo pinto marinos, pinto por lo menos lo que es selva.
La muero con los turbantes, que son las africanas, porque esa es la raíz de nosotros, de donde venimos, del África. Casa Congo es un apoyo para los artistas, para otras personas también, en las que vienen. Ahora mismo estamos en el taller Portobelo, donde todos los artistas salimos.
Esta fue mi escuelita. Aquí detrás de mí tengo la iglesia de San Felipe de Portobelo, donde está el Cristo Negro, el autóctono, donde vienen todas las personas de todos los lugares a ver al Cristo aquí en Portobelo. Es el patrón del pueblo de Portobelo, del mundo entero.
Yo tengo años de estar cargando lo que es la procesión Cristo Negro aquí. Décadas, ya tengo casi como 15 o 20 años de estar cargándolo y lo sigo cargando. Ahora mismo soy el rey actual, el rey actual del Festival de la Pollera, del Festival de Diablo, de carnavales.
Estamos rescatando todo lo que es el Congo que se está perdiendo, inculcándoselo a los niños para que no se pierda. Fui pajarito primero, y Gatosolo, que es mi rey actual, es mi nombre actual, y ahora que soy el Juan de Dios del territorio de Portobelo. Los invito a que vengan al distrito de Portobelo.
Aquí los recibimos con los brazos abiertos. ¡100% colonense!