TVN plus En vivo

Se cumplen 20 años de las 11 puñaladas a Paul Pierce que "casi" lo matan

Se cumplen 20 años de las 8 puñaladas a Paul Pierce que casi le cuesta la vida
Se cumplen 20 años de las 8 puñaladas a Paul Pierce que casi le cuesta la vida
TvMax
25 de septiembre 2020 - 10:00

Se cumplen 20 años de una pelea que pudo ser trágica y que acabó siendo, por suerte, solo un capítulo horrendo de la vida de Paul Pierce, el campeón y MVP de las Finales de 2008 con Boston Celtics, la legendaria franquicia que ya ha elevado su número 34 al techo del TD Garden, donde casi no caben ya más camisetas.

Número 10 del draft del 1998, Pierce aterrizó en una franquicia histórica que braceaba en el chicle de su peor crisis: en un tramo de ocho años sin balance ganador (1993-2001), seis sin playoffs (1995-2001) y una década sin ganar una eliminatoria, desde la derrota en segunda ronda de 1992 al pinchazo en la final de Conferencia de 2002, contra los Nets.

Los Celtics, en aquel 25 de septiembre de 2000, sintieron otra vez el aliento de la tragedia, que había helado los huesos de la franquicia con las muertes de Len Bias, tras una noche de excesos en 1986, y de Reggie Lewis, que cayó fulminado por un problema cardiaco en la pista de entrenamiento en 1993. Paul Pierce, con 23 años, estuvo muy cerca de dar otro golpe horrible a la franquicia verde. Salió adelante, y se enclaustró en el baloncesto como santuario para escapar de las consecuencias emocionales del incidente: se replanteó su estilo de vida por completo, contrató vigilancia para su casa las 24 horas y llevó un arma durante dos años.

El incidente

Paul Pierce y un grupo de amigos se acercaron a unas mujeres en el Buzz Club, en una zona de mucho movimiento nocturno de Boston. Alguien se le acercó a decirle que no hablar con ellas, y Pierce no recordaba mucho más después, solo que la adrenalina apenas le hizo sentir ni el botellazo en la cabeza que le obligó a una cirugía en la zona de un ojo ni, sobre todo, a las once puñaladas que recibió, al menos tres en el estómago y cinco por la espalda, con dos armas diferentes. Una de las heridas era de casi 18 centímetros de profundidad. Su vida corrió serio peligro y se salvó un par de centímetro a la izquierda o a la derecha y, según los médicos, por la chaqueta de cuero que llevaba. Había llegado al hospital casi sin aire (tuvo que ser intervenido en un pulmón que colapsaba) y preguntando si iba a morir mientras aceleraba el coche de Tony Battie, su compañero en los Celtics y uno de los que estaba con él en el Buzz Club.

Lo verdaderamente increíble, y algo a lo que quizá no se ha dado el suficiente valor en la carrera de Pierce, es que a las pocas semanas estaba entrenando, y que el 1 de noviembre (había sido apuñalado, recuerdo, el 25 de septiembre) jugó el primer partido de la temporada 2000-01: 28 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias en más de 38 minutos en pista (103-83 a los Pistons). Cuando lo draftearon (sorprendidos de que hubiera caído hasta el número 10) los Celtics sabían que se llevaban a un jugador duro, pero no sabían que se hacían con uno tan duro, uno que cargaría con el peso de un equipo histórico y sería, ocho años después, referente y campeón junto a Kevin Garnett y Ray Allen, el big three que dirigió Doc Rivers.

Temas relacionados

Si te lo perdiste
Lo último
stats