Destacado exboxeador ecuatoriano fallece por coronavirus

Lamentable

Gastón León (c) también se desempeñó como juez y árbitro / deporteguayaco.blogspot.com
Redacción TVMAX
27 2020 - 20:30

Víctima de la mortal pandemia que azota a todo el planeta, hace pocos días falleció el exboxeador guayaquileño Gastón León Roldán, una de las figuras más celebradas del pugilismo amateur nacional e internacional.

León surgió bajo las enseñanzas de otro campeón, César Salazar Navas, representando a un club de gran tradición en este deporte: la Liga Deportiva Estudiantil. Desde sus inicios mostró su gran aptitud. Era rápido, hábil para lanzar sus manos, certero y sereno para el esquive, valiente y cerebral. Brilló primero en el peso mosca y al crecer pasó a gallo, categoría en la que dominó por largo tiempo como campeón provincial y nacional.

Perteneció a una generación brillante en la que tuco como compañeros a verdaderos astros como Rafael Anchundia, Gonzalo Cruz, Kleber Viteri, Roberto Zhuma Alava, Samuel Valencia y Max Andrade. Con ocasión del Latinoamericano de Boxeo con sede en Guayaquil, en 1969, formó parte de la representación nacional que logró el cetro latinoamericano.

Gastón León tuvo en ese campeonato una actuación brillante que le valió el cinturón de campeón gallo. Imposible olvidar sus combates con el brasileño Deusdette Vascconcellos y con el campeón destronado, el chileno Guillermo Velásquez.

Gastón León / El Universo

En 1972 pasó al profesionalismo en otra época inolvidable: la que produjeron como promotores Marco Aguirre y Omar Quintana. Tiempos del grandes astros nacionales y extranjeros, con graderías del coliseo cubierto llenas y gran entusiasmo del ring side. Fueron épicos los duelos de Gastón León y el quiteño Jaime Cabrera como semifondo de las riñas entre Rafael Anchundia y el venezolano José Dandy Molina.

Después del retiro León vivió una iluminación divina que lo acercó a Dios. Estudió licenciatura en teología y se convirtió en pastor evangélico. No olvidó su origen humilde y así vivió y proclamó la palabra divina hasta que la plaga mortal se apoderó de su cuerpo.

Imposible olvidarlo por quienes lo vimos en los cuadriláteros, por quienes fuimos sus amigos y los que fuimos testigos de su transformación religiosa real y leal con las verdades bíblicas. Paz en la tumba de ese gladiador del deporte de fistiana y de la vida: Gastón León Roldán.

Texto: Ricardo Vasconcellos Rosado (El Universo)

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