EE.UU. a punto de enfrentar a Cuba en la serie mundial de boxeo

Si Estados Unidos vence este viernes a Argelia en la Serie Mundial de Boxeo, la ciudad de Miami podría a asistir a un hecho histórico: la primera visita de una escuadra olímpica cubana. Un triunfo del US Knockouts contra los Desert Hawks africanos en el cuadrilátero del Miccosukee Resort and Gaming le aseguraría a la representación de casa el cuarto puesto de su grupo y la clasificación a fines de marzo a la siguiente ronda eliminatoria, donde tendría como seguro contendor a la poderosa escuadra de la mayor de las Antillas. “Ese es nuestro sueño y por eso haremos todo lo posible por clasificar este viernes’’, expresó Pedro Roque, director técnico del seleccionado nacional de Estados Unidos. “Un choque contra Cuba sería algo importante que atraería la atención y llenaría de orgullo a todos los cubanos y latinos, donde quiera que se encuentren’’. Tanta ha sido la expectativa por un potencial duelo contra los cubanos, que ejecutivos de la Arena American Airlines ya han contactado a los directivos de Estados Unidos para escenificar ese encuentro en la actual casa del Heat de Miami. Los Domadores de Cuba han estado imbatibles en su grupo y se espera que avancen en el primer puesto, lo cual los enfrentaría de manera directa contra los norteamericanos en una doble cartelera, la primera con sede en La Habana y la segunda en Miami. Este potencial encuentro reviviría los llamados topes bilaterales de los años 70 y 80, cuando las potentes escuadras de Estados Unidos y Cuba se visitaban con sus mejores exponentes y escenifican combates que hoy todavía son recordados. Si finalmente la batalla contra los cubanos se concreta, Roque tiene pensado pedir ayuda a otros entrenadores de la isla, como el reconocido Pedro Luis Díaz, y a boxeadores establecidos como Guillermo Rigondeaux, Odlanier Solís y Yudel Johnson, quienes compartirían algunas de sus experiencias de la época en que formaban parte de la selección nacional. Para Roque, sin embargo, este choque revistiría un componente emocional extra, pues durante décadas fue uno de los principales técnicos de la escuadra antillana, primero como jefe de las delegaciones juveniles y luego la olímpica. “Sin duda, habrá sentimientos encontrados, porque todos esos boxeadores que ahora forman parte del equipo nacional pasaron por mis manos, son casi mis hijos’’, afirmó el entrenador, quien reside desde hace años en este país. “Pero tengo la responsabilidad de devolverle al boxeo de Estados Unidos su esplendor del pasado y mi trabajo va enfocado hacia esa meta’’.