Deschamps lamenta que Francia haya "dejado pasar una gran oportunidad"

Deschamps, técnico de Francia. / Getty Images
Afp
10 2016 - 17:22

La Eurocopa de fútbol dejó algunos nombres en lo más alto, como el francés Antoine Griezmann y el portugués Cristiano Ronaldo, los felices finalistas, o claras decepciones como el sueco Zlatan Ibrahimovc, el español Sergio Ramos, el inglés Joe Hart o el alemán Thomas Muller.

Cuando todo el mundo esperaba en Francia una exhibición de su centrocapista Paul Pogba, surgió el delantero Antoine Griezmann, máximo goleador del torneo, con seis tantos, entre ellos los dos en semifinales contra Alemania (2-0).

En el equipo francés destacó también otro atacante, Dimitri Payet, que anotó tres tantos, además del guardameta Hugo Lloris, imperial en semifinales contra Alemania.

En Portugal, Cristiano Ronaldo fue intermitente, aportando tres goles, uno de ellos en semifinales contra Gales, en un equipo en el que también destacó su compañero en el Real Madrid, Pepe, una muralla en octavos y cuartos.

Alemania como siempre fue un conjunto colectivo, destacando a nivel individual su portero Manuel Neuer, sobre todo en cuartos contra Italia, donde su actuación en la definición por penales fue decisiva.

Y en Gales, una de las revelaciones del torneo, llegando a semifinales, destacó su estrella, Gareth Bale, que marcó tres goles.

La campeona España fue eliminada en octavos contra Italia, y aunque Andrés Iniesta estuvo brillante en los dos primeros partidos de la primera fase, el protagonista negativo fue Sergio Ramos, que fue un coladero en sus dos partidos finales contra Croacia e Italia.

Ambos partidos terminaron con derrota y Ramos falló un penalti en el último partido de la primera fase contra Croacia, que al final condenó a la Roja a medirse (y perder) en octavos contra Italia.

El guardameta inglés Joe Hart será recordado por ser el portero que recibió los dos goles islandeses que eliminaron a su selección ante el equipo representativo de un país de apenas 330.000 habitantes en octavos.

En el segundo gol islandés, no se trataba de un disparo ni demasiado potente ni bien colocado, pero su mano no tuvo la firmeza suficiente, por lo que Inglaterra fue eliminado por su rival (2-1).

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